lunes, 8 de febrero de 2010

PROMESA



PROMESA


Ay mujer, que triste se te ve
Esa mirada de ausencia
Ese brillo de unos ojos
Que ya no permites ver
Porque brillan cristalinos de
Tanta pena que guardas
Entremetida en tu ser
Mujer que maquilla sus ojeras
Que asemejan violeteras
Difuminadas en la piel
Ay mujer, me apena tu languidez
Ese silencio profundo
Ese callar y callar…
Ese tormento que llevas oculto
Creyendo que de ese modo
Solo tú has de padecer
Mujer qué sonríe desde fuera
Y a cada paso que da
Muerde con crueldad
Sus propios labios y lengua
Negándoles, su libertad
Para emitir el quejido
Que arraigado en las entrañas
Puja por salir y por gritar
Ay mujer, “Mercedes” rememorada
Que solo una vez te enamoraste
Prendida y prendada de su ser
Y ahora, vagas por sendas
Difusas, de espinas que se clavan
Sendas equivocadas que elegiste
Sin saber, sin creer
Que son camino a tu tumba
Muda e inquebrantable
Como lo fue tu juramento
De que nadie supiera nunca,
Lo que habría de saber
¿Por qué mueres… sin decirle a él..?


Raquel Herrero

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