TARDE GRIS
Llueve tras los cristales, llueve y llueve
La melancolía se hace dueña en mi interior
No canta el ruiseñor de la alameda
Y observo, cómo lagrimea, el sauce llorón
Es una tarde sombría…
Y siento que me ahoga la pena
Que no me alcanza la alegría
Que mi alma vaga sola y se envenena
Estoy confusa y triste en esta primavera
Pienso en ti y llegan los asaltos
Las quimeras, las dudas irreverentes
Las prófugas figuras, de verdades silentes
Que hacen huella en mi armadura
Los miedos me acompañan ganadores
De mi desventura, que augura mi presente
Rompiendo toda cordura
Quisiera tanto quererte, abrazada a la locura
Perderme en tu llanura, recorrerte
Y después partir desnuda, pero llena
De esa suerte, que me permita tenerte
Aferrado a mi cintura…
Ay, triste sino, cruel destino
Cobarde corazón es este mío
Alzando por temor un muro impío
Negándole al amor su desvarío
Por miedo a lamentar el duelo frío
Que sentiría si me vuelves a dejar
No me encadenes en el olvido
No lo hagas nunca más.
Raquel Herrero
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