Por tu lado pasa el viento sibilante
Déjalo marchar
Y percibe, su silencio cuando calle
Pues será entonces,
Cuando mi voz, puedas escuchar
Ella, te ha de llevar mis susurros
Mis gemidos, mis latidos lacerantes
Cuando decido, qué gozar del amor
Es contigo gratificante.
Me provoca, dejar que vuele mi voz
Y susurrante en tus oídos, escuches
Cada sonido, qué va arrojándose
Desde mi boca hasta tu boca
Cual hambriento peregrino
Delirante estoy…
Pero bien se lo que digo
Mis labios, sobre tus labios
Tu ombligo sobre mi ombligo
Tu pecho contra mi pecho
Tus brazos amantes, elucubrando mis sentidos
Te observo y mi deseo, es la complitud
El fuego que quema, en este cuerpo mío
Cuando proclamo mi sed
Y busco en la tersura de tu piel
Acompañes mi lujuria, mi lascivia de mujer
Hembra, que entre sus muslos emana
Como fuente clara, el elixir placebo
Donde me place, calmemos, esta sed
Raquel Herrero
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