DEL ARBOL CAIDO
Maldecir la suerte
Es negarle la vida al retorno
Otras veces, tantas que no quiero recordar
Sentía, como el abismo era mi única presencia
Como la ausencia, me dañaba más y más
No existe lo casual, sí, la causa que causa
Esta disconformidad
Por eso apelo al que siempre fuera mi estandarte
Al que bien pudiera romper cada quimera
Elevarme, hacia lo más alto de los madrigales
Lucir como emblema, silenciar,
Este veto que imponen los juglares.
Si pretendes airear mis fracasos
Ve despacio, no resulte seas tú quien fracasó
Desde siempre la entrega por amor es vulnerable
Arrincona y acciona, nobles sentimientos
Que como leña prendida, en la hoguera arden
Desde siempre, el tiempo es testigo de aquello
Que resultaba tremendo delirio…, inexplicable.
Del árbol caído, muchos hicieron leño
Fuego, para calentarse
Mas el árbol caído, cayó sin dueño,
violentaste su libertad, fue robo, hurto, desdeño
La elección de un destino, no siempre se gana por empeño
La magna obra del autor, no lapida a los actores
Aquellos a quienes entregó un papel
Para conjugar quizás, el éxito de sus pasiones.
De mi elección personal, se lo que no debo decidir
Cuando alejado de mi, hay otro corazón distante
No es casual la solitaria decisión
Es este amor que no muere, habitado en otra carne
Causante de esta eterna rebelión.
Raquel Herrero
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