lunes, 20 de junio de 2011

PASÓ ESE TREN

PASÓ MI TREN




Me hubiera quedado

En aquél habitáculo

En ese ínfimo cuarto

Donde el aliento surgía entrecortado

Me hubiera quedado, frente a él

En aquel rincón que para mí se hizo sagrado

En aquella habitación donde todo o casi todo

Quedó ajustado al marco que impuso la razón

Al tiempo que a destiempo no unió

Hoy se que de buen grado

Me hubiese quedado

En aquel aposento de pura cal y cemento

Humilde, como esta humilde verdad

Que quiere traspasar, el silencio de un teclado

Donde nada queda en el abandono

De tanto sueño y amor frustrado

Me marche llorando, mi adiós compadecido

Me relegó a un tercer grado

Como le sucede a un amante enamorado

Todo son instantes que jamás se han olvidado

Me hubiera quedado, matando el hambre

El deseo insatisfecho, el dolor de tantos años

Pasó el tren que esperaba

El que desde siempre hube soñado

Lo dejé partir y marché al mismo devenir.



Quién me ha despertado de este sueño

Que con tanto empeño logré para mí

Ahora el solar vacío, se ha convertido en mi dueño

Hoy se, lo que profundamente he querido

Hoy comprendo lo mucho que perdí

No escuché un pedido de estancia

Aquél que por mi constancia, fuera regalo para mi

Hoy navego entre el desasosiego y la calma

Y una y mil veces vuelvo

A creer en ti

A pensar en ti.



Raquel Herrero

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