domingo, 18 de agosto de 2013
PARA QUÉ
PARA QUÉ
Para qué caminar pegadita a tu sombra
Descalzos mis pies, callada mi boca
Aguanto el aliento preludio del miedo
Y me quedo sola, temblándome la voz
Para qué, querer fundir el acero
Con la noble embestidura de este roble
Ambos resistiremos
Yo…quizás llorando, olvidaré tu nombre
Para qué, viajar a soñados paraísos
A puestas de sol, o al ocaso de este viso
La bravura del mar no me valora
Y yo sigo siendo ola, agitada por la mar
Son indivisibles la dadiva y el vagabundo
Lo mismo que los egos y las costumbres
Hoy vi a un gitanillo ciego
Que sin ver, se acercaba a mi lumbre
Así estuve yo,
Cegada por el calor de un fuego helado
Agrietadas mis manos, de tanto tesón
Aun me asombra seguir a tu lado
Será que aún existe la humana condición
Que a los días siempre grises
Le abrimos las fisuras, y rogamos
Aparezca fulgurante el rayo de algún sol
No se cumplieron los designios
El aurea mágica, jamás cumplió
No se valoraron mis plegarias
¿Para qué seguirte?
Ya no encuentro una razón.
Raquel Herrero
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario