QUÉ PASARÁ MAÑANA
Qué pasará mañana
Cuando
desnudemos el alma
Y dejemos abierta
la servidumbre que nos llama
a gritos, casi
siempre silenciosos.
A gritos, desesperados,
cubiertos de enojo.
A gritos, rogándole
fidelidad a las quimeras
y qué, en
esa ensoñación
la lengua filosa
y fiera
calle…y no lastime
más al corazón.
Qué pasará mañana
si no alcanzamos
el extremo de
la hoguera.
Si este fuego
que nos quema,
hace aguas
y se derrama como
amante traicionera.
Qué pasará mañana
si no puedo
definirte, si no
encuentro la respuesta
a, esta noche,
apagada, triste;
Si no puedo
presentar tus credenciales,
Si desde añares,
el verbo se
conjuga entre la
fuga
sin presente, sin
futuro, ni pasado
indefinido;
Triste…, de nuevo
triste y oscuro.
¡Ay!, qué pasará
mañana
si las lágrimas
inundan el camino
si a marchas
forzadas nos empuja
el destino.
Será que no
somos nada
entre lo terreno
y lo divino.
Será que nacimos
para gozar un
lapso breve
y después ser
apenas partículas
de un mundo
florecido,
donde brota y
resiste, donde nace
y persiste
la belleza eterna
de un espacio
natural;
vestido ahora, de
ocres, verdes, azules
y grises.
Qué pasará mañana
si este amor
negado e insurgente
Cual si fuera
raíz… resiste
Raquel Herrero
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