sábado, 5 de septiembre de 2015

 
 TOLERANCIA CERO 

No me roces No me beses No me mires 
No me abrigues con tus abrazos de hiel 
No te acerques a la piel que difumina el Lirio de su ojera, 
sintiendo la culpa de este mal querer. 
¡Maldita bestia animal! 
Que deshoja sin pudor la flor de la anatema 
Maldito quien consume la sangre de otro ser 
Malditas las heridas que se graban en el alma 
Maldita la tortura de cada anochecer. 
No me hables No me agobies No me robes 
No jures en vano que yo lo busqué 
Me duele la vida que tú me has quemado 
Me escuece ésta herida, me amarga tu sed 
Vete…, marcha de una vez. 
!Maldita bestia animal! 
Que golpea con saña la madre de la entraña 
Esa que un día, llorosa y emocionada te vio nacer 
Tú no sabes querer. 
Hoy me arranco el celaje de tanta telaraña 
En estos ojos ciegos que ya no pueden ver 
Lengua perversa y afilada 
Que todo el peso de la justicia 
Caiga sobre tu piel.

 Raquel Herrero
LA CULTURA DEL MIEDO Hay una cultura arraigada en el hombre, o mejor dicho en el ser humano, sea hombre o mujer. La Cultura del miedo. Y es que todos, sin excepción tenemos miedos. Miedos que nos atenazan, Miedos que nos paralizan, que conviven con nosotros día tras día, Miedos a los que hacemos frente de mil y una formas. “pretendiendo” que los mismos desaparezcan de nuestra vida y nos acerquen a esa Felicidad tan perseguida, tan cercana y tan lejana a la vez. El hombre, el ser humano y su eterna lucha por un estado de bienestar que le complemente sin asumir su vulnerabilidad, su sensible armadura, su meditada compostura, creyendo que sus pasos son, esos, los adecuados, para por fin ser feliz. Pero; ¿Qué es Ser Feliz, qué autodominio ejerce sobre nosotros la palabra Felicidad que tanto anhelamos? Su existencia es tan enorme como su resistencia. Ajena a nuestros deseos se evade, elude toda responsabilidad, nos marca como sujetos que en verdad no han comprendido la evidencia de una palabra utópica cuyo cometido es invitarnos a luchar, a trabajar por ese estado de bienestar que reclamamos, pero que ni de lejos se encuentra en ese calificativo de un estado inherente del hombre, persiguiendo mientras teme el camino a recorrer tras esa utópica Felicidad. Sustento de los hombres y Mujeres que buscan desde el principio de la vida un halo de libertad donde nadie merodee en la intimidad de sus espacios, donde no primen más que sus deseos, donde cualquier mentira o falsedad se vuelva coherente y verdadera, donde cada deseo reprimido se convierta por arte de magia en una realidad. La actitud ante ese miedo, ante esos temores, dirige nuestras vidas sin que apenas nos percatemos de su poderío. Por ese ente circundante en nuestra existencia somos capaces de los actos más inverosímiles. Pretendemos por esa cultura tan arraigada que de forma temeraria nuestro miedo se vaya, desaparezca cuando infundimos miedo en otro semejante. Creemos de forma errónea que nuestro poderío, rebajando al otro, nos permitirá alejarnos a su vez de nuestros fantasmas, de nuestros espectros, de nuestros demonios interiores, aquellos que en algún momento de la vida otros nos cedieron con la nada loable intención de salvarse a sí mismos. Con esa misma Cultura, las personas débiles, las personas vulnerables, se humillan, se rebajan, se dejan hacer, porque temen que de no hacerlo, perderán la estima, el cariño, o el amor de los otros. Paradoja de un destino… Temo perder y por ello estoy dispuesto a no tener… Y ese miedo que nos paraliza, que nos deja indefensos, que nos hacen caminar torcido Es el reflejo de una enseñanza permisiva que jamás dejará un rastro positivo en los seres humanos. El miedo es aquella coraza que de manera subversiva nos condiciona, nos arrastra. Desaprender lo aprendido quizás nos lleve algún día, a: ¡Vivir sin Miedo! Raquel Herrero

miércoles, 26 de noviembre de 2014

YA NO ME CUESTIONO

  

YA NO ME CUESTIONO

 Hoy, en este momento me cuestiono
 la existencia; no la mía
 que ya va por derroteros adquiridos
 y a la vez, con pocos miedos.

 Me cuestiono la vida
 Sus porqués y sus razones
 Nada vino o llegó de la nada
 ¿Pero…, de dónde vino?

 Me cuestiono la fe sin certezas
 La fe ciega en algo que no vimos,
 ni sentimos, ni vivimos… Perdón
 por tanta palabrería que suena a quejido
 probablemente por alguna interferencia
 que me hace dudar entre lo divino
 y aquello que de frente nos muestra el camino
 y sus espinas no más.

 Todo es un zarandeo, ahora se fue, ahora vino
 ¡Ah!, qué cómplice silencioso me parece
 sea este “Don juan” que trastoca nuestro sino
 y nos vuelve marionetas de la suya realidad.

Ya, no vuelvo jamás a cuestionarme
 que detrás de este desarme, de este pecado
“original” queda tan solo, sobrevivir, luchar…
Contra el fuego que nos quema, contra la guerra,
 contra el hambre, contra alguna que otra serpiente
 voraz.
 Luchar, sabiendo que tras ella, quedan las secuelas;
 Pero es preciso seguir, volar…
Y ya no me cuestiono, que tan solo un ser humano
 puede salvar a otro ser humano, y juntos
 en el abrazo, llorar, reír, llorar…

Raquel Herrero

martes, 27 de mayo de 2014

"PATOLOGÍA DE LA MENTIRA"

PATOLOGÍAS DE LA MENTIRA Expresiones como: “Odio la mentira”, “Yo nunca miento”, “Prefiero la verdad a la mentira, por mucho que me duela” Son afirmaciones de uso cotidiano…sin embargo podríamos decir qué en las mismas no existe una verdad absoluta. El ser humano desde la edad temprana, siendo aún infante, comienza sin comprender exactamente su significado, a mentir. ¡No mientas!, nos dicen los mayores, ¡dime la verdad!... El niño, percibe el estado del adulto, lo mira a los ojos, verifica sus facciones, sabe que hizo algo que puede costarle un castigo, una reprimenda, un azote, una bofetada, inclusive una paliza, dependiendo de la tolerancia y comprensión de aquellos a los que evidentemente siente como superiores. Lo que hizo no fue intencionado…no quería romper ese jarrón tan caro al que su mamá le tiene tanto cariño. Tampoco quería romper el cristal de la ventana, ni ensuciarse tanto con el chocolate… Él, ella, tan solo estaban jugando y de repente algo paraba su juego. El estruendo de aquél objeto destruido o esa camisa limpia, impecable con la que en breves minutos saldría a la calle, o la llantina de un hermano menor al que no le habíamos permitido quitarnos el balón…Son ejemplos de situaciones normales que se dan en la infancia, pero qué para el niño se magnifican cuando los progenitores se asoman y nos miran de ese modo tan extraño, desaprobando nuestra conducta. Entra de lleno el temor a nuestro cerebro, el latido se acelera, las manos y la voz nos tiemblan…el mecanismo de defensa bulle incontroladamente y nuestra reacción primigenia es mentir. Mentir para evitar a toda costa el enfado y sus consecuencias. ¿Podríamos decir entonces qué la mentira es una reacción del subconsciente, cuyo mecanismo está provocado por el temor? Siendo así, se podría afirmar la procedencia o cuando menos el origen de la tan traída y llevada mentira sin que en ello existan indicios de culpabilidad conscientes, no al menos en sus orígenes. Qué hubiera sido de la mentira si la reacción (causa, efecto) hubiera sido otra. En el ejemplo de los niños, siempre considerando su inmadurez e inocencia, previa al desafío que resulta la vida y mucho más la convivencia con familia y sociedad. Encontramos factible un cambio de conducta en aquellos que nos protegen y educan. Un cambio de lenguaje y de gestos serian seguramente los condicionantes de la posible no mentira, evitando a la vez el tan desagradable sentimiento de culpa y el propio temor que paraliza o confunde nuestros pasos de manera altamente nociva. ¿Qué ha sucedido mi niño…estás bien, te has hecho daño… cómo ha sido para que se rompiera el jarrón? Nuestro empeño en hacer que todo resulte natural, nuestro empeño en mostrar al niño que nuestra prioridad está basada en su bienestar, aportándole serenidad y consuelo a su posible disgusto y, o, susto por lo sucedido. Darán como resultado un diálogo basado en la confianza donde el menor se hará cargo de sus actos sin que por ello suponga trauma alguno al punto de tener que mentirnos queriendo evitar un castigo, que quizá sea inevitable, y no resuelva nuestro conflicto interior. La mentira pues, no formará parte de su formación que deberá de ser continuada y sostenida con el tiempo y el entorno donde se desarrolle su crecimiento. Son pocos los estudios que he encontrado dedicados al tema que nos ocupa. Aunque sí hay publicados algunos libros cuya protagonista principal es la mentira, como por ejemplo: La Psicología de la mentira por José María Martínez Selva. (Elche, 1955) Catedrático de Psicobiología en la Universidad de Murcia, donde es profesor desde 1978 de Psicofisiología y Psicología Fisiológica. Cómo detectar mentiras de Paul Ekman (Washington, 1934) psicólogo norteamericano experto en el estudio de las emociones y fue profesor de Psicología de la Universidad de california, en San Francisco, puesto del cual se jubiló en 2004. Además ha sido asesor del Departamento de Defensa de los Estado Unidos y del FBI. Se le ha concedido en tres ocasiones el Premio a la Investigación Científica del Instituto Nacional de la Salud Mental. De cualquiera de ellos extraeremos seguramente nociones sobre la misma y ejemplos múltiples de esta fusión perenne del hombre con el engaño o la mentira. Todo acto (digamos erróneo), tiene sus consecuencias dependiendo de la gravedad del mismo. Quizás por ello se ha intentado clasificar la mentira en base a la importancia de la misma. Hay mentiras inocentes, (mentira de niño), hay mentiras piadosas cuya finalidad es evitar (o eso se pretende) un daño al otro, o un mal mayor al que sabemos de fijo ya se ha creado. Evitar, mintiendo, que un conflicto se agrande descubriendo al autor o autores del mismo. Creemos en nuestro interior, que esa mentira por ser piadosa nos libera de la culpa y nos exime del hecho reprobable, de haber cometido esa falta, ese engaño. Hay mentiras trasgresoras, meditadas, estudiadas a conciencia que son usadas para propio beneficio. Sabemos que con una mentira podremos sacar provecho de algo que nos interesa obtener y omitimos la verdad o la camuflamos con la finalidad de salir victoriosos de cara a nuestros intereses personales. No hay coacción, (nadie nos obliga) Sin embargo lo usamos como complemento para alcanzar nuestras metas. Los ejemplos serian múltiples. Desde la negación a haber copiado en un examen, hasta el fingimiento de nuestras cualidades o méritos para (por ejemplo) obtener un trabajo, un favor, una pareja, un crédito personal… Obviamos que la mentira pueda ser descubierta, inclusive en caso de.- “Ser descubiertos”, tenemos por costumbre y en prevención de lo que pueda suceder, otra mentira que cubra o nos libere de la carga de la primera. Y esto sucede así cuando por sistema hemos adoptado la mentira como referencia de nuestro caminar dando pasos de gigante si es posible para, como ya dijimos conseguir nuestras metas. El que más y el que menos hemos hecho uso de la falsedad o la mentira aunque no siempre somos conscientes de ello o no le damos la suficiente importancia. La mentira está establecida en nuestra Sociedad lo mismo que cualquier otro enser o utensilio que nos facilita la vida y la convivencia. Estamos adaptados a su existencia y precisamente por ello nos pasa desapercibida, como que nada tiene que ver con nosotros, cuando es evidente su uso de manera cuasi permanente. ¿Puede la mentira convertirse en nuestra sombra, pegarse a nosotros del tal modo que nos resulte imposible deshacernos de ella? El apego a la misma puede pasarnos factura cuando existe una adicción que nos impide ser sinceros, esté en juego o no algo que lo motive. Mentirosos patológicos, así se denomina a quienes son o se sienten incapaces de entablar un diálogo sin que medie en algún momento una fantasía no estudiada que surge espontánea y que no tiene más sentido que alimentar la gula de su creador. A ellos les cuesta mucho reconocer esa mácula que los cubre. Está tan arraigada desde sus orígenes que ellos mismos acaban creyéndose sus propias fantasías, mentiras o divagaciones. Difícilmente cambiarán su actitud, pues en principio desconocen la gravedad o el perjuicio que pueden trasmitir a otros. Lucharán impávidos contra la desconfianza que provocan sin llegar a sentirse culpables de sus actos. De manera curiosa incluso la mentira nos sirve para conocer la verdad; para desenmascarar al mentiroso…, cuando la evidencia muestra que ambos estamos cometiendo la misma falta o estrategia. Conclusión: ¿Qué es la mentira, una carencia afectiva, un fraude, una estrategia, un hecho deleznable, un escudo que evita raspaduras incomodas, un método rudimentario que protege nuestra intimidad. Un error de aprendizaje que nos cuesta desaprender..? Miénteme, con ¡honestidad! Raquel Herrero

lunes, 7 de abril de 2014

FENÓMENO PSÍCOSOCIAL El Género humano, racional e inteligente por Naturaleza. Así estamos catalogados los seres vivos. Hombres y mujeres cuya capacidad personal supera al resto. Sin embargo nacemos torpes, vulnerables, incapaces de sobrevivir sin el apoyo de manos adultas. Madre, Padre, Hermanos,… Solo el llanto se alinea con nuestra innata debilidad para reclamar una atención que no sabemos explicar. El hambre, el frio, el calor, la enfermedad, inclusive la tristeza, el miedo, la soledad…son sensaciones, necesidades, sentimientos que escapan a nuestro control sin esa ayuda de aquellos que llamamos progenitores. Cualquier animal “irracional” es capaz al poco de nacer, de ponerse en pie y casi de forma inmediata buscar su alimento en el pecho materno y abrigo y protección entre ese cuerpo que acaba de conocer, pero reconoce, como su protector y aliado en sus primeros meses de vida. En esto nos ganan, su proceso cognitivo es superior al nuestro. El niño, el bebé, moriría al poco tiempo si no tuviera o tuviese, esas manos amorosas para proporcionarle todo aquello que no es capaz de conseguir por propios medios. Y así será durante años, cuando al convertirnos en adultos nos emancipamos y caminamos por la vida a libre albedrio. ¿O, quizás esto, tampoco sea del todo cierto? ¿Hasta dónde somos capaces de pensar y de actuar por nosotros mismos, sin ser influenciados por el entorno? Cómo es posible qué, en un momento dado, un grupo de gentes que no conocemos personalmente, que probablemente no llegaremos a conocerlos nunca y mucho menos a intimar, salvo honrosas excepciones. Personas que además en un breve espacio de tiempo desaparecerán de nuestras vidas o de nuestro entorno cercano con la loable y sana intención de continuar su vida (sin nuestra presencia). Me pregunto, cómo es posible que dichas personas ejerzan sobre nosotros un poder tan absoluto; al punto de manejar los hilos de nuestra propia existencia. Ellos, dictan las normas a seguir. Indican cual debe de ser nuestra conducta, deciden qué trabajos realizamos y el salario que recibiremos por ello. Deciden, cual será nuestra escuela, nuestra Universidad. Que temas o materias estudiaremos obligatoriamente y cómo no, decidirán si estamos o no capacitados para obtener un título que nos avale más adelante. Este grupo de personas, cuyos nombres y apellidos en muchas ocasiones desconocemos. Deciden nuestros derechos en algo tan básico cómo imprescindible, la Salud. Nos eligen, hospitales, médicos y medicamentos y que clase de atención recibiremos en caso de necesitarlo. Deciden también cuándo y cómo tendremos acceso a una vivienda en propiedad o alquiler. Pero aun llegan más lejos, mucho más. Deciden aspectos tan íntimos o personales, como lo son: La religión, el uso que das a tu cuerpo, con quién o con quién no, debes de establecer una relación de pareja. Deciden si usas o no medios anticonceptivos y en el caso de las mujeres; ellos deciden si llevas adelante o no, tu embarazo. Podríamos alargarnos más en este estudio o ensayo psicosocial que pone un poco entre dicho la libertad de la que presume el género humano para decidir por si mismo “el guion”, meta, camino y desenlace de su paso por la vida. Raquel Herrero

viernes, 28 de marzo de 2014

"ANDARIEGOS DE LA PALABRA" 1ª ANTOLOGIA POETICA DE UNIVERSOS LITERARIOS Por fin llegó el libro. Agradecer su colaboración a todos los participantes que compartieron sus poemas para su creación. Recordar que los tres ganadores en las categorías asignadas, recibirán un ejemplar de modo gratuito. Son estos: Pedro Manuel Peñuela (Poema de amor) Roberto Brindisi (Poema Social) Josmar Trejo (Poema Erótico) Aquellos que deseen adquirir el libro, me lo comunican, por favor. El precio del libro es 15€ Euros+ Gastos de envío. Espero que lo disfruten tanto como yo en su creación. Les aseguro que ha quedado muy hermoso. Gracias a todos Un abrazo enorme Raquel Herrero

viernes, 14 de marzo de 2014

CAMINANDO SUEÑOS

CAMINANDO SUEÑOS Me estoy yendo y no quiero marcharme. En mi meta puede estar el precipicio, mas no sé cómo olvidarme de algo que jamás llamé capricho. Forjé con propias manos mi Universo. Puerta y ventanas abiertas. ¡Adelante, adelante…! Busquen su acomodo, guarden su equipaje; En este viaje no necesitan mas que único ropaje. Y se llenó la Posada de cuerdos y de locos emigrantes Algunos, quedaron para siempre, otros, aun deambulan inconstantes. Me estoy marchando y juro por mi vida que quisiera quedarme pero hay un hueco, un vacío, un lugar que jamás llenará nadie. Se ha marchado el jornalero; Aquél que amasó mi pan, aquél cuya savia fuera mi alimento y ahora es harina de otro costal. Juro que nada me invento cuando digo que hasta en sueños soy presa de mi libertad. Raquel Herrero

miércoles, 5 de marzo de 2014

BRAVA Y VEHEMENTE

BRAVA Y VEHEMENTE Te escribo y describo, poesía desde, este alma inquieta que me guía. Por ti, la vida diera porque recíprocamente, tú, poesía me entregas tu aliento, eres como la hoja de la enredadera cubriendo cada poro, de esta cala prisionera. No, no preciso llamarte; Llegas cuando se te espera. Seduces, embriagas, floreces, me regalas tu perfume en primavera y en los grises inviernos me abrazas…, De qué otro modo caldear este frio que asola mis caderas. Llanto, lloro.- Lloro…, llanto. Este cruel silencio me desespera. Vivo, tras la sombra de los sueños y en ellos se agitan mis quimeras. Dicen, que no supe de amor, que de poco ha valido la entrega. ¡Mienten! No son vasallos de mi libertad. Decidme poetas Qué canal de la historia me llevaría a defender mi grito, mi honor, mi lealtad. He parido versos con dolor en mis entrañas, he mordido mis labios hasta verlos sangrar, he silenciado perjurios de proscritos, he visto, como moría una paloma con sus alas rotas y sus ansias de volar. Y he jurado ante dios y ante los hombres que mi brava y vehemente poesía irá conmigo a ese destino final. Raquel Herrero

viernes, 28 de febrero de 2014

CÓMO...

CÓMO… ¿Cómo se apaga la tristeza? Esa brasa combustible que perdura y permanece robándome la alegría. ¿Cómo se cura ésta herida? Tan sangrante, tan honda, tan vieja que le hace escocer al alma y arrogante, dice que se queda. ¿De qué nos sirve tanta lucha? Tanta permanencia de clausura, tanta locura, tanta muerte, tanta justificación inerte en sordos oídos que fustigan la suerte. ¿De qué lado oscuro es el tributo a pagar por ser sencillamente complaciente? ¿Qué Dioses paganos, se asoman y aplauden, mientras apuñalan un gesto irreverente? Si no hemos de rendirle cuentas a ese ser que dicen Omnipotente Porqué la cruz se nos clava… Por qué, heridos de muerte salimos a la batalla sin escudo, sin lanzas, sin trueque. Nunca entenderé a este mundo que de manera prominente sedujo en halagos la semilla de otro vientre y de pronto, como si de un espectro se tratara le negaron el agua, la savia de la vida, su permanencia, su margen de río, su afluencia. Le negaron, existir fuera de toda norma que ellos impusieran. Vivir, morir, ambas fueron siempre; Mi quimera. Raquel Herrero

martes, 18 de febrero de 2014

HOY MÁS QUE NUNCA


 
HOY  MÁS  QUE  NUNCA

 

Preciso  el  verbo

Hoy,  más  que  nunca

busca  en  la  palabra  su  acomodo.

Regirme  sin  normas

por  esa  forma  de  vagar  sin  rumbo

que  no    si  me  honra…

 

Hoy,  no  tengas  dudas;

Es  esta  mi  plegaria,

éste,  el  grito  de  quien  te  nombra.

La  oscuridad,  es  un  mero  pasaje.

La  penumbra,  el  rastro  de  mi  sombra.

Mis  versos  el  delirio  pasajero

de  un  mal  que  ya  no  asombra.

 

Por  una  vez,  por  una  sola  vez

me  creí  lujuriosa,  hembra,  brava,

pecaminosa.

Por  una  vez,  por  una  sola  vez

 que  olvidé  la  grandeza

de  un  minúsculo  espacio.

Aquél,  donde  mis  brazos  recogían

triunfos  y  fracasos.

De  ese  lugar  me  escapé, para  por  fin

entregarte  mis  abrazos;

Mi  sangre,  mis  aristas,  mi  piel,

mis  ojos,  mis  manos,  mi  llanto,

mi  verídico  cuerpo  de  mujer

que  jamás  estuvo  ajena

a  tus  desmayos,  a  tu  débil   razón  de  ser

porque  tu  ser,  ya  no  era  tuyo

y  embriagabas  tu  alma  en  busca  de  un  ayer

que  no  matara,  ni  hostigara

el  firme  paso  de  tus  pies.

 

Siento  que  fueron  lustros,  que

desde  el  primer  minuto  te  adoré.

Que  nunca  me  daría  por  vencida

ante  aquella  magnificencia

que  clamaba  por  volver.

 

Tan  grande  y  tan  pequeño.

Tan  noble,  tan  austero,  tan  genio.

Tan  legal,  tan  capricho  pasajero.

Tan  honrado,  tan  filial,

tan  cuerdo  y  tan  loco…

Tan  verídico  y  embustero.

Tan  heráldico,  tan  señorial,

tan  ebrio,  tan  lisonjero,

tan  dolorido,  tan  falto  de  paz.

 

Y  mirándome  en  tu  espejo

veo  mi  reflejo  de  modo  inusual.

Porque  tu  cuerpo,  no  se  asemeja  al  mío,

porque    reniegas  de  la  caridad

y  tomas  lo  que  te  entregan

como  acto  de  valor  de  un  prisionero

que  jamás  alcanzó  la  libertad.

 

Nunca  supe  muy  bien

cómo  seguirte  el  juego.

Y  en  la  penúltima  partida

mis  cartas  jugaron  mal

y  dicen,  que  te  perdí,  después

de  ser,  cordel  en  el  alero,

blonda  de  tu  extinta  libertad.

Pozo  sin  fondo,  dónde  arrogante

vertías  tu  fuero.

Pila,  escupidero,  de  tanto  grito  sin  llamar.

 

¿Quién  auxiliaba  a  quién?

Será  eternamente,  causa  de  nuestro  desvelo

¿Quién  amaba  a  quién?

Es  la  cuenta  pendiente

de  un  mundo  que  nos  mantuvo

¡Prisioneros!

 

Raquel  Herrero

viernes, 14 de febrero de 2014

HOMICIDIO CAUSAL


 

HOMICIDIO  CAUSAL

 

Miserable

Esa  la  actitud  de  quien  sabiéndose  amado

Te  clava  mil  puñales

Se  restriega  en  tu  costado

Y  hace,  cómo  que  nada  existe

Después  de  haberte  provocado

Sanguijuela

Que  exprime  hasta  la  última  gota  de  tu  sangre

Que  peca,  y  abusa  de  tu  pueril  pecado

Amar,  hasta  perder  la  cordura

Y  entregar  la  fantasía

De  un  paso  equivocado.

Fraude

Para  quién  confía  aun  en  su  decencia

En  esa  honradez  que  dicen

Tienen  los  que  desde  siempre

Fueron  esclavos

Aquellos  que  nunca  conocieron

El  valor  de  amar  y  ser  amados

Innoble

Es  la  nobleza  de  la  que  presumen

Al  grito  de  no  ser  vituperados

Niegan,  ser  carne  de  cañón  en  sus  costumbres

Niegan,  que  alguna  vez

Ellos  fueron  los  equivocados

Se  perdonan  sus  injurias

Su  falta  de  fe,  su  oda  que  amansa

Al  lobo  ejecutado

Dicen  que  fueron  dañados  y  ahora

Son  ellos  los  que  dañan

Al  más  verídico,  al  más  humilde

Al  más  magnánimo,  al  más  plausible

De  los  seres  generosos

Que  deambularon  tras  su  amargura

Bebiéndose  una  por  una

Las  lágrimas  de  un  ser  desangelado

Pisotearon   a  la fortuna

Escupieron  en  la  cara,  de  quien  más

Les  hubo  amado

Nadar  a  contracorriente,  es  la  búsqueda

De  morir  ahogado

No  escupas  en  su  tumba

Ella,  te  absuelve,  de  todo  mal

Que,  en  sus  abiertas  heridas

  hallas  conservado.

 

Raquel  Herrero

jueves, 16 de enero de 2014

DE VUELTA


 
DE  VUELTA

 

Volveremos  a  vernos

cuando  sea  capaz  de  deshacer

este  nudo  marinero  que  amarrado

a  mi  cuerpo  no  me  deja  volver.

Será  entonces,  sólo  entonces

cuando  desnudo  el  universo

me  haga  participe  de  su  ser.

 

Volveremos  a  vernos

cuando  este  obstinado  vendaval

deje  de  circular  por  el  agravio  conjugado

y  yo pueda  salir  de  su  letargo

renovada  como  el  mismo  aire

para  volverme  a  enamorar.

 

Volveremos  a  vernos

cuando  la  ruta  deje  de  estar  delimitada

y  se  afane  la  llama

en  nuestros  cuerpos  caldear;

Lejos  de  la gloria  o  de  la  fama

Huidos  de  la  eterna  tempestad.

 

Sí,  volveremos  a  vernos

porque  hay  un  verso  que  escapó  de  mi  boca

y  cruzando  el  océano

perdió  su  destino,  su  nido,  su  hogar

y  no  pudo  fabricar  un  semejante

y  el  verso  caído  oculta  su  sal.

 

Volveremos  a  vernos

cuando  ese  perdón  indulgente

se  haga  presencia  y  comprenda

qué,  fue  su  excelencia

testigo  y  alivio  de  toda  maldad.

 

Volveremos  a  vernos

quizás  en  otro  estado,  en  otro  tiempo;

Híbridos  de  un  mundo  equivocado.

Nunca  debió  de  ser  plausible

las  canas  en  la  sien,  el  frío  de  la  piel,

la  vista  enceguecida,  el  olvido  del  ayer.

 

Volveremos  a  vernos

Ebrios  de  lunas  de  miel

Insurrectos  ante  la  vorágine

que  destruye  el  idilio,  fetiche  del  placer

por  entrelazar  las  manos,  mientras…

…amigo,  amante,  hermano,  sueño

perdurable

ya  forman  parte  de  un  mismo  ser.

 

Raquel  Herrero 

miércoles, 1 de enero de 2014

CAÓTICO



CAÓTICO

 

Bajo  este  cielo  gris,  plomizo,

extrañamente  irreverente

dejando  caer  sobre  mis  hombros

un  manantial  de  gotas  de  rocío

que  empapan  al  caer  heladas

sobre  este  devastado  cuerpo  mío;

Así,  llega  un  Enero

que  a  mil  años  luz  de  aquél  primero

retorna  con  su  carga

de  sombras  y  de  luces

envueltas  en  su  desvarío.

¿Qué  razón  me  asiste?

¿Qué  temple  embustero,  marca  airoso

esta  íntima  salutación  de  frío

que  recorre  las  venas  como

lo  hace  el  agua,  a  su  libre  albedrío?

 

“Destemplanza,  ahí  encuentra  su  acomodo”

 

¿Será  qué  quiere  la  ignorancia,  ignorar;

dejar  pasar  este  adviento  y  con  él

todo  sentimiento  que  pueda  hacernos  mal?

 

Se  divisa  en  el  horizonte

Un  puente  elevado  …está  tan  lejano

que  duda  mi  fortaleza  si  poderlo  alcanzar,

si  en  algún  momento  se  cumplen  las  promesas

y  vencen  los  sueños 

a  este  incierto  camino,  surrealista,  inusual.

 

Hoy  por  hoy,  las  dudas  compiten

con  mi  ecuánime  ceguera;

Esperando  un  tiempo  de  reclamos  y  de  luz.

Siempre  quise  saber  de  qué  es  capaz  el hombre

cuando  de  dentro  resurge  su  escondida  fiera.

 

¿Será  capaz  de  matar,  de  aniquilar

el  peso  oculto,  que  lleva  su  conciencia?

 

O,  algún  día  quizás,  deje  salir  de  modo  culto

A  su  ternura  infinita,  a  su  amada  caricia,

a  sus  ansias  de  paz.

Aquellas  que,  en  un  recóndito  y  maldito  ritual

quedaron  presas  de  algún  necio  fanatismo,

negándole  el  paso  a  su  propia  libertad.

 

Fuimos  amantes  de  un  angosto  paraíso

donde  asonancias  y  consonancias,  danzaban  a  la  par

¿Qué  temes  ahora,  guardián  de  lo  infinito?

No  ves  que  mi  presencia,  nunca  te  hizo  mal.

 

Raquel  Herrero