Y SUCEDE QUÉ
Contigo, solo contigo
He podido crear un mundo a mi medida
Llorar, cuando lo manda mi aflicción
Callar, ante absurdos discursos de causas o razón
Romper mi silencio al escuchar tu voz
No fingir, ésta, mi humana condición
Contigo, solo contigo
Sobran los secretos y huelgan los testigos
Cuando emanan de mi boca
Lo que dicen mis sentidos
Cuando el corazón se nutre de latidos
Esos, que se aceleran y enmudecen
Entre tu cuarto y el mío
Contigo, solo contigo
El calor de mi piel, nunca fue fingido
La humedad de mis labios
Se volvió, acuosa miel
Para aferrar dulcemente tus labios a los míos
Se elevaron los senos como altar florecido
En busca de tus rezos, suspirando su rocío
Contigo, solo contigo
Camino descalza, desnuda de abrigo
Si me llamas acudo y si no, estoy contigo
No hay llama que arda como este cuerpo prendido
Ni arroyo más constante, ni manantial mas fluido
Que los que nacen del verbo; deseo hacerlo contigo
Contigo, solo contigo
Que se me paren los pulsos
Si es mentira lo que digo
Contigo, solo contigo
Raquel Herrero
No hay comentarios:
Publicar un comentario