jueves, 11 de agosto de 2011
MATIZANDO COLORES
MATIZANDO COLORES
Mi negro
El que agita mi cordura
El que pone todo empeño y su bravura,
cuando empuja, cuando apura
Cuando frena marcando compostura
Mi negro, dueño y señor del reflejo,
del espejo que marca la desnudez de su figura
y la mía
Cuando rompiendo el verbo
del fracaso y de la duda
Los gemidos aúllan, porque queda el momento
y más,
para perdurar en el tiempo de la hambruna.
Así es mi negro, así esta locura
Que absorbe cada poro
Que rasga con finura
Que derrota lo indeleble
Que besa, humedece, mordisquea y perdura
Blanco y negro, se fusionan
En esta perenne caladura
Él penetra y yo me explayo y abro su tallo
Y bebo de su angostura
Deliro, deliramos
Mientras otros, envidian, ungidos por el rebaño
Al que siguen como lacayos, esclavos de su aledaño.
Maldice… lacayo cobarde
Maldice
Mientras gozan dos cuerpos, que jamás
Fueron extraños
El jugo de la vid, es flujo nacarado
De dioses terrenales, que danzan febriles
Alborozados
Hasta el fin de sus confines
Bailan los enamorados
Son afines y su baile es descarado
No intentes perturbarlo, no son de este mundo
No saben del fracaso
Aléjate, o admira como gozan
Su delirio ilimitado.
Raquel Herrero
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