NO MÁS PREGUNTAS
Hay preguntas que mejor es no hacer
Respuestas que hacen llaga de la herida
No preguntes pues
Aunque alguna vez, intuyas mi agonía
Te doy excusas, lo sé
Mi cabeza es marabunta de porfías
Hago apuestas a un mundo que no ve
Que no sigue mi rumbo
Que por más que lo atraviese, ya lo ves
Todo, o casi todo resulta indiferente
Deja que escriba, deja que viva
Entre letras que resultan complacientes
No me juzgan, ni perturban, no me hieren
No me clavan alfileres
En el mismo punto de otras cicatrices
Sigo mi propia directriz
Consciente de la grandeza de otros nombres
Se bien, que no soy una Segades
Ni, un Cediel, ni Brindisi, ni Bonilla
Ni el admirado Revilla…
O, tantos otros que a mí me parece
Son, una maravilla
Más no lo pretendo, déjame ser
Qué más quisiera yo
¡Qué más quisiera!
Que poder alcanzar tanta frontera
Derruirla con mis propias manos
Crear un solo camino
Llevarte siempre a mi lado
Fundirme en ti, como se funden
El agua y el barro
Perpetuar el epitafio de un altar
En el que diga:
¡Ella, intentó llegar!
No más preguntas “por favor”
Es una deuda; que ahora no puedo saldar.
Raquel Herrero
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