UNA SOLA
Estoy llamando y siento
que no se escucha mi llamada
Que se apagó
esa llamarada de palabras
Que, en el inmenso resurgir de los sentidos
llegó el silencio, la apatía;
tal vez, la esperada calma.
Es necedad, absurda necedad
creer que igual que fluye el agua de los ríos
fluirá, en este almanaque de fechas sin sentido
Su Palabra.
¿Quién me oirá?
Cuando es una sola voz
la que me marca el destino
¿Quién vendrá?
A despertarme de sueños que no quiero despertar
Si cada vez que me asomo al mundo
el mundo es ciego y no ve
que no encuentro mi camino, ni mi rumbo
que a pies descalzos una senda caminé
y al final de la vereda;
no estaba la estrella que tanto busqué.
Escúchame,
quedaré en silencio, mientras me hablas
nada, prometo, te diré.
Sopla el viento y como un lamento
las rocas gimen estridentes;
Si no callan, me van a enloquecer
Escúchame,
lo cambio todo por esa palabra
una sola palabra…
me haría tanto bien.
Raquel Herrero
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