jueves, 22 de diciembre de 2011

DESDE LA SOMBRA

DESDE LA SOMBRA


A la sombra de un árbol deshojado


se han posado dos pájaros sin alas


Llovía entre sus ramas;


Llovía


en el espasmo de un latido acelerado.


El furtivo cazador


Quizá de pronto fuera el cazado


Escuchaba el canto del ruiseñor


¡Ay!, ruiseñor


Tu melodía me ha desarmado.


Si yo pudiera desafilar el filo


de ese viento que te corta y arrastra


Si yo pudiera;


Ser el nido de tu alma desolada.


Me buscas, me dices, me llamas


y el clamor de tu boca


en mi boca se derrama.


Quisiera ser ave nocturna


y por el día;


La silente caricia que acompaña.


Es tan bello ese cisne


que insuficiente navega los pantanos


Su mirada se cristaliza


y la mía, reprime su reclamo.


Hay una luna de plata


y un juramento elevado


Ave, que el ave te otorga


ser huésped para siempre


en éste, su corazón;


Qué por ti


se ha enarbolado.



Raquel Herrero

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