QUEDA EL AYER
Quedan imágenes, encuentros
Momentos vividos y divididos
Quedan
Mil y un verso de marasmo entretejido
Queda la piel, la arrogancia
La cruda e irresoluble distancia
Queda el ayer
Con sus bocas hoy cosidas
Lamentando el silencio
De un griterío desarropado
Desamparado, febril
Queda un sentimiento que no se anima
A ponerle fin
Qué niega, la posible existencia
De un olvido
Caminar sola, entre tanta soledad
Es recorrer la senda
Hacía el más cruel de los delirios
Qué permuta no pagué
Qué castigo se me infringe
Después de recorrer la ruta
De todas las estaciones que quedaban por vivir
Aprendí a ser feliz
Mientras un vuelo de paloma
Se hacía presencia en el solaz de mi alcoba
Entregándome un alma
Que vagaba entre las olas
De un mar y amar profundo
Tutelado, fecundo
Cuan ancha es la boca del abismo
Me arrojarán mis vencidos territorios
O, persistirán en esta lucha desigual
La entrega total y su falaz egocentrismo.
Raquel Herrero
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