lunes, 17 de junio de 2013
YA NO QUIERO SER
YA NO QUIERO SER
Si paseo por el mundo,
sé que voy a darme cuenta
de mi estúpida necedad.
Llamando a sus mentiras
un acto de delincuencia.
Sé,
que mis lágrimas derramadas una a una
no tienen consistencia.
Que son vanos sufrimientos de poeta,
que a la vuelta de la esquina
se abren y se cierran otras puertas.
Si me permito
dejar de lastimarme, con ese afán
por si algún día decides que regresas;
Tal vez, encuentre honestidad
y deje de fingir que tu presencia
nunca me hizo mal.
Ya ves,
en este preciso momento
me doy perfecta cuenta
de que hay un mundo que no diferencia
el mal ajeno, de su propio mal.
Veo, cadenas de metal acerado.
Rostros que por lustros han sufrido
ese mal de vivir encadenados
y ahondo en su mirada
y ni una lágrima queda ya.
De qué puedo quejarme.
Si he vivido ciega en tu lago de espejismos.
Si yo misma, lamía tus besos en dentelladas.
Si me encerré dentro tuyo,
en una oscura morada,
creyendo que mi dolor
entre la carne densa, efímera, inexistente,
todo mal, de mí se alejaba.
Ay, sé que no puedo prometerte
No morir de ti enamorada.
Pero te juro, que mi esencia
ya no danzará tras de la tuya, alborotada.
He abierto los ojos al mundo
y por vez primera
llaman mi atención otras miradas.
Ve, con tu mucama;
Oculta entre silencios
la perfidia y la lujuria que bien sé
te embriagan.
No desnudo mi cuerpo esta vez.
Tan solo es mi sed, que sin perjuros
promete la abstinencia de tu ser
No quiero ser más nada…
No, ya no quiero ser.
Raquel Herrero
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