HÚMEDO ESPEJO
Hoy no puedo
acudir a la
cita.
Las lágrimas resbalaron
por el suelo
y sin quererlo,
caí rendida
ante su desconsuelo.
Habían urgado en
sus óvalos salinos
llenándolos de arena
sucia,
de lodo, de egoísmo
marrullero;
Escondido, cómo la
brasa
haciendo su propio
fuego.
A la mente, llegaron
los recuerdos
Aquellos que rememoraban
el alto precio
a pagar
por aquella huida
del infierno.
¿Será verdad, que la
historia se repite,
que cada aniversario,
repite su duelo?
“Quién sabe”
Pero hube de
dejar mis galas
tendidas en
su ropero.
Tal vez suceda
mañana
qué este cielo
oscuro
consiga levantar su velo.
Y en el
solar ya seco,
queden extendidos
pétalos de besos.
Rojo carmín, de
mis labios de
fuego.
Tal vez corra
lo suficiente
para llegar al
encuentro
entre la brisa
marina
Y este amor
profundo
que llevo en mis adentros
Tal vez.
Raquel Herrero
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