PASÓ MI TREN
Me hubiera quedado
En aquél habitáculo
En ese ínfimo cuarto
Donde el aliento surgía entrecortado
Me hubiera quedado, frente a él
En aquel rincón que para mí se hizo sagrado
En aquella habitación donde todo o casi todo
Quedó ajustado al marco que impuso la razón
Al tiempo que a destiempo no unió
Hoy se que de buen grado
Me hubiese quedado
En aquel aposento de pura cal y cemento
Humilde, como esta humilde verdad
Que quiere traspasar, el silencio de un teclado
Donde nada queda en el abandono
De tanto sueño y amor frustrado
Me marche llorando, mi adiós compadecido
Me relegó a un tercer grado
Como le sucede a un amante enamorado
Todo son instantes que jamás se han olvidado
Me hubiera quedado, matando el hambre
El deseo insatisfecho, el dolor de tantos años
Pasó el tren que esperaba
El que desde siempre hube soñado
Lo dejé partir y marché al mismo devenir.
Quién me ha despertado de este sueño
Que con tanto empeño logré para mí
Ahora el solar vacío, se ha convertido en mi dueño
Hoy se, lo que profundamente he querido
Hoy comprendo lo mucho que perdí
No escuché un pedido de estancia
Aquél que por mi constancia, fuera regalo para mi
Hoy navego entre el desasosiego y la calma
Y una y mil veces vuelvo
A creer en ti
A pensar en ti.
Raquel Herrero
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