INFLUENCIAS DE SABINA
III
Hay que ver
Dos miradas de
miel
Y a saber,
Quién nos roza la
piel
O, nos deja
a un rincón
Clavadito
cualquier aguijón
Que succiona el
revés
De aquél tiempo
que no sucedió
Un amor para
bien
De aquellos que
cursan eternos
y soñé alguna
vez
Dónde tú, recorrías
mi ser
Y calmabas la
sed de beber
Hasta la última
gota incrustada en
la ropa
Que yo te
quité
Tu desnudo perdí
En un regio jardín,
escondido por ver
Cual ladrón, si
podía arrobarte otra
vez
Cuando aquel ruiseñor
se posaba a
tus pies
Y lamía tu
dermis, hasta el
amanecer.
¡Oh señor!, que
difícil la vida
de quién
Por tus ojos
cerró la cuantía
y locura
De un alto querer,
Ignorante pelele y
después…a saber
Me dejaste como
condición
Me alejara otra
vez y tomara
ese tren
Que parió en
alguna estación
La rabia y el dolor y a
caballo montó
Mintiendo cual vasallo
cruel,
Dijo que te
olvidó
Para nunca volver.
Ya no sé
Si este mundo
cambió su edición
Y el ratero
es Señor
Porque viste corbata
y chaqué
O, es que
aquél, que lucio
la alpargata
Y sus mocos
limpió algún jersey
Ahora se desbarata,
por una quiniela
Que ganaron de
a tres
Y su vida
barata, la escondió
en neceser
Y con toda
arrogancia
Dice que dos más cuatro,
pudieran ser tres
Y le ríen
la gracia, mientras
Corre el champán
borgoñés
Que vaya usted
a saber
Si es de
uva, manzana o
garnacha
Del sobrio Penedés.
Mas aquél,
Que tiró de
sus barbas
Por aquella ventana
Y viste su
cama de blanco
Satén
Logrará sin querer
esa gloria
Y la fama
De ser hombre
de bien
Muy capaz, de
sembrar cortesanas
Que limiten sus
ramas
Al pendejo placer
De ascender con
su lengua mojada
Y rodillas dobladas
En lujurias esclavas
y terrenos de
hiel
Donde siempre amargadas
Sonreirán otra vez
Por algunas alhajas
y ese viejo
parné
Que al final
gastarán aviejadas
En recomponer
La luz en
su mirada
Será tarde otra
vez…
Continuemos mañana
Que de tanta
derrama que clama
Perdí mi lucidez.
Raquel Herrero
No hay comentarios:
Publicar un comentario