Mostrando entradas con la etiqueta Erotismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Erotismo. Mostrar todas las entradas

viernes, 27 de marzo de 2009

GOZO COMPARTIDO




Una y otra vez,
miro tu imagen reflejada en el espejo
Juegan tus manos enredando mi cabello,
tu boca deja marcas de succiones en mi cuello
mientras sutil y descarado
Apartas de mis senos encajes y bordados
para cubrirlos de besos con esos…
labios húmedos, cálidos, aviesos.
Tu torso,
terso y desnudo unido a mi espalda,
me regala insinuaciones que provocan en mí
fibrilamientos y pasiones
La firme musculatura de tus brazos
rodea mi cuerpo…
El deleite ha comenzado.

Nuestras manos entrelazadas, suben y bajan;
Exploran los caminos
Y de vez en cuando escapan
Palpando, acariciando, eligiendo recorrido.
Las mías, desean asir tu miembro,
Y las tuyas explorar…
Socavando entre mis piernas
un trazado vaginal


Se escuchan jadeos, gritos y gemidos
Corazones bombeando con un mismo latido
El tiempo se detiene en nuestros cuerpos, vencido
Testigo silencioso de un amor enloquecido.
Copulativamente,
Pactado y deseado, el coito se ha cumplido.



Raquel Herrero

viernes, 27 de febrero de 2009

CÚBREME


Cúbreme amor, cúbreme
Hoy necesito sentirme mujer
soñar al menos, que el hombre
que amo, no es príncipe encantado
sino real, cómo mi propia piel.
Quiero ser tu princesa, tu dama,
tu embrujo, tu calma.
Quiero ser la hembra que por
cada noche, caliente tu cama.
Necesito saciar esa sed que reclama
sentir la apetencia del hombre cada
vez que la llama.
Notar, como el roce de mi cuerpo
te excita, te provoca, te seduce, te
acompaña, humedeciendo cada poro
eclipsando tu mirada, mientras ardiente
el deseo se adueña de la estancia.
Mírame, regálame el aliento de tu boca;
Que sean nuestras lenguas portadoras
de un dulce manjar que se devora.
Como lobos hambrientos, aquí y ahora
nuestros cuerpos delirantes se agitan
desaforados. El prepucio de tu pene
en la boca a penetrado mientras
tu lengua jugosa el pubis ha conquistado.
Las manos danzan sutiles, ligeras, explorando.
Esclavas de la lujuria que recorre nuestras
venas. Y en este mágico estado, yo
abogo por mi condena. ¡¡Penétrame, hasta
que estalle!!, despójale a mi cuerpo, a mi
alma de tanta soledad, de tanta pena.


Raquel Herrero

CÚBREME

Cúbreme amor, cúbreme
Hoy necesito sentirme mujer
soñar al menos, que el hombre
que amo, no es príncipe encantado
sino real, cómo mi propia piel.
Quiero ser tu princesa, tu dama,
tu embrujo, tu calma.
Quiero ser la hembra que por
cada noche, caliente tu cama.
Necesito saciar esa sed que reclama
sentir la apetencia del hombre cada
vez que la llama.
Notar, como el roce de mi cuerpo
te excita, te provoca, te seduce, te
acompaña, humedeciendo cada poro
eclipsando tu mirada, mientras ardiente
el deseo se adueña de la estancia.
Mírame, regálame el aliento de tu boca;
Que sean nuestras lenguas portadoras
de un dulce manjar que se devora.
Como lobos hambrientos, aquí y ahora
nuestros cuerpos delirantes se agitan
desaforados. El prepucio de tu pene
en la boca a penetrado mientras
tu lengua jugosa el pubis ha conquistado.
Las manos danzan sutiles, ligeras, explorando.
Esclavas de la lujuria que recorre nuestras
venas. Y en este mágico estado, yo
abogo por mi condena. ¡¡Penétrame, hasta
que estalle!!, despójale a mi cuerpo, a mi
alma de tanta soledad, de tanta pena.


Raquel Herrero

A SOLAS


¿Por qué lo extraño?,
¿por qué, su no presencia
me hace daño?..
Queda mi pecho compungido
Necesito su calor… Y sin el…
mi cuerpo tiene frío.
¿Que me ha dado?..
Que ya no encuentro alegría,
más que cuando llega y…
Me alborota, me provoca,
desnuda mi alma
y en secreta calma
despoja mis vestidos.
El silencio de las horas,
se convierte en mi enemigo.

Me da miedo enamorarme,
perder por él mi sentido,
que lo busque y no lo encuentre
pudriéndome en el hastío
al ver cómo indiferente,
ya no está, ya lo he perdido.
Me da temor desearle,
tomar un cuerpo que ansío.
Devorarlo entre mis sueños
Y en un nuevo amanecer,
encontrarme su vacio.
No quiero siquiera imaginarme,
que quede solo en mi recuerdo
lo mucho que lo he querido.

Me asaltan los temores después
de vislumbrar, como derrama sobre
mi, el bendito elixir de su locura.
¡Cómo me excita, cómo me incita!
Como recorrer su piel, es un viaje
de delirio y desenfreno;
¿Que haría yo después?..
Cuando sé que de amor muero
Y no lo quiero creer.

Raquel Herrero