miércoles, 5 de marzo de 2014

BRAVA Y VEHEMENTE

BRAVA Y VEHEMENTE Te escribo y describo, poesía desde, este alma inquieta que me guía. Por ti, la vida diera porque recíprocamente, tú, poesía me entregas tu aliento, eres como la hoja de la enredadera cubriendo cada poro, de esta cala prisionera. No, no preciso llamarte; Llegas cuando se te espera. Seduces, embriagas, floreces, me regalas tu perfume en primavera y en los grises inviernos me abrazas…, De qué otro modo caldear este frio que asola mis caderas. Llanto, lloro.- Lloro…, llanto. Este cruel silencio me desespera. Vivo, tras la sombra de los sueños y en ellos se agitan mis quimeras. Dicen, que no supe de amor, que de poco ha valido la entrega. ¡Mienten! No son vasallos de mi libertad. Decidme poetas Qué canal de la historia me llevaría a defender mi grito, mi honor, mi lealtad. He parido versos con dolor en mis entrañas, he mordido mis labios hasta verlos sangrar, he silenciado perjurios de proscritos, he visto, como moría una paloma con sus alas rotas y sus ansias de volar. Y he jurado ante dios y ante los hombres que mi brava y vehemente poesía irá conmigo a ese destino final. Raquel Herrero

viernes, 28 de febrero de 2014

CÓMO...

CÓMO… ¿Cómo se apaga la tristeza? Esa brasa combustible que perdura y permanece robándome la alegría. ¿Cómo se cura ésta herida? Tan sangrante, tan honda, tan vieja que le hace escocer al alma y arrogante, dice que se queda. ¿De qué nos sirve tanta lucha? Tanta permanencia de clausura, tanta locura, tanta muerte, tanta justificación inerte en sordos oídos que fustigan la suerte. ¿De qué lado oscuro es el tributo a pagar por ser sencillamente complaciente? ¿Qué Dioses paganos, se asoman y aplauden, mientras apuñalan un gesto irreverente? Si no hemos de rendirle cuentas a ese ser que dicen Omnipotente Porqué la cruz se nos clava… Por qué, heridos de muerte salimos a la batalla sin escudo, sin lanzas, sin trueque. Nunca entenderé a este mundo que de manera prominente sedujo en halagos la semilla de otro vientre y de pronto, como si de un espectro se tratara le negaron el agua, la savia de la vida, su permanencia, su margen de río, su afluencia. Le negaron, existir fuera de toda norma que ellos impusieran. Vivir, morir, ambas fueron siempre; Mi quimera. Raquel Herrero

martes, 18 de febrero de 2014

HOY MÁS QUE NUNCA


 
HOY  MÁS  QUE  NUNCA

 

Preciso  el  verbo

Hoy,  más  que  nunca

busca  en  la  palabra  su  acomodo.

Regirme  sin  normas

por  esa  forma  de  vagar  sin  rumbo

que  no    si  me  honra…

 

Hoy,  no  tengas  dudas;

Es  esta  mi  plegaria,

éste,  el  grito  de  quien  te  nombra.

La  oscuridad,  es  un  mero  pasaje.

La  penumbra,  el  rastro  de  mi  sombra.

Mis  versos  el  delirio  pasajero

de  un  mal  que  ya  no  asombra.

 

Por  una  vez,  por  una  sola  vez

me  creí  lujuriosa,  hembra,  brava,

pecaminosa.

Por  una  vez,  por  una  sola  vez

 que  olvidé  la  grandeza

de  un  minúsculo  espacio.

Aquél,  donde  mis  brazos  recogían

triunfos  y  fracasos.

De  ese  lugar  me  escapé, para  por  fin

entregarte  mis  abrazos;

Mi  sangre,  mis  aristas,  mi  piel,

mis  ojos,  mis  manos,  mi  llanto,

mi  verídico  cuerpo  de  mujer

que  jamás  estuvo  ajena

a  tus  desmayos,  a  tu  débil   razón  de  ser

porque  tu  ser,  ya  no  era  tuyo

y  embriagabas  tu  alma  en  busca  de  un  ayer

que  no  matara,  ni  hostigara

el  firme  paso  de  tus  pies.

 

Siento  que  fueron  lustros,  que

desde  el  primer  minuto  te  adoré.

Que  nunca  me  daría  por  vencida

ante  aquella  magnificencia

que  clamaba  por  volver.

 

Tan  grande  y  tan  pequeño.

Tan  noble,  tan  austero,  tan  genio.

Tan  legal,  tan  capricho  pasajero.

Tan  honrado,  tan  filial,

tan  cuerdo  y  tan  loco…

Tan  verídico  y  embustero.

Tan  heráldico,  tan  señorial,

tan  ebrio,  tan  lisonjero,

tan  dolorido,  tan  falto  de  paz.

 

Y  mirándome  en  tu  espejo

veo  mi  reflejo  de  modo  inusual.

Porque  tu  cuerpo,  no  se  asemeja  al  mío,

porque    reniegas  de  la  caridad

y  tomas  lo  que  te  entregan

como  acto  de  valor  de  un  prisionero

que  jamás  alcanzó  la  libertad.

 

Nunca  supe  muy  bien

cómo  seguirte  el  juego.

Y  en  la  penúltima  partida

mis  cartas  jugaron  mal

y  dicen,  que  te  perdí,  después

de  ser,  cordel  en  el  alero,

blonda  de  tu  extinta  libertad.

Pozo  sin  fondo,  dónde  arrogante

vertías  tu  fuero.

Pila,  escupidero,  de  tanto  grito  sin  llamar.

 

¿Quién  auxiliaba  a  quién?

Será  eternamente,  causa  de  nuestro  desvelo

¿Quién  amaba  a  quién?

Es  la  cuenta  pendiente

de  un  mundo  que  nos  mantuvo

¡Prisioneros!

 

Raquel  Herrero

viernes, 14 de febrero de 2014

HOMICIDIO CAUSAL


 

HOMICIDIO  CAUSAL

 

Miserable

Esa  la  actitud  de  quien  sabiéndose  amado

Te  clava  mil  puñales

Se  restriega  en  tu  costado

Y  hace,  cómo  que  nada  existe

Después  de  haberte  provocado

Sanguijuela

Que  exprime  hasta  la  última  gota  de  tu  sangre

Que  peca,  y  abusa  de  tu  pueril  pecado

Amar,  hasta  perder  la  cordura

Y  entregar  la  fantasía

De  un  paso  equivocado.

Fraude

Para  quién  confía  aun  en  su  decencia

En  esa  honradez  que  dicen

Tienen  los  que  desde  siempre

Fueron  esclavos

Aquellos  que  nunca  conocieron

El  valor  de  amar  y  ser  amados

Innoble

Es  la  nobleza  de  la  que  presumen

Al  grito  de  no  ser  vituperados

Niegan,  ser  carne  de  cañón  en  sus  costumbres

Niegan,  que  alguna  vez

Ellos  fueron  los  equivocados

Se  perdonan  sus  injurias

Su  falta  de  fe,  su  oda  que  amansa

Al  lobo  ejecutado

Dicen  que  fueron  dañados  y  ahora

Son  ellos  los  que  dañan

Al  más  verídico,  al  más  humilde

Al  más  magnánimo,  al  más  plausible

De  los  seres  generosos

Que  deambularon  tras  su  amargura

Bebiéndose  una  por  una

Las  lágrimas  de  un  ser  desangelado

Pisotearon   a  la fortuna

Escupieron  en  la  cara,  de  quien  más

Les  hubo  amado

Nadar  a  contracorriente,  es  la  búsqueda

De  morir  ahogado

No  escupas  en  su  tumba

Ella,  te  absuelve,  de  todo  mal

Que,  en  sus  abiertas  heridas

  hallas  conservado.

 

Raquel  Herrero

jueves, 16 de enero de 2014

DE VUELTA


 
DE  VUELTA

 

Volveremos  a  vernos

cuando  sea  capaz  de  deshacer

este  nudo  marinero  que  amarrado

a  mi  cuerpo  no  me  deja  volver.

Será  entonces,  sólo  entonces

cuando  desnudo  el  universo

me  haga  participe  de  su  ser.

 

Volveremos  a  vernos

cuando  este  obstinado  vendaval

deje  de  circular  por  el  agravio  conjugado

y  yo pueda  salir  de  su  letargo

renovada  como  el  mismo  aire

para  volverme  a  enamorar.

 

Volveremos  a  vernos

cuando  la  ruta  deje  de  estar  delimitada

y  se  afane  la  llama

en  nuestros  cuerpos  caldear;

Lejos  de  la gloria  o  de  la  fama

Huidos  de  la  eterna  tempestad.

 

Sí,  volveremos  a  vernos

porque  hay  un  verso  que  escapó  de  mi  boca

y  cruzando  el  océano

perdió  su  destino,  su  nido,  su  hogar

y  no  pudo  fabricar  un  semejante

y  el  verso  caído  oculta  su  sal.

 

Volveremos  a  vernos

cuando  ese  perdón  indulgente

se  haga  presencia  y  comprenda

qué,  fue  su  excelencia

testigo  y  alivio  de  toda  maldad.

 

Volveremos  a  vernos

quizás  en  otro  estado,  en  otro  tiempo;

Híbridos  de  un  mundo  equivocado.

Nunca  debió  de  ser  plausible

las  canas  en  la  sien,  el  frío  de  la  piel,

la  vista  enceguecida,  el  olvido  del  ayer.

 

Volveremos  a  vernos

Ebrios  de  lunas  de  miel

Insurrectos  ante  la  vorágine

que  destruye  el  idilio,  fetiche  del  placer

por  entrelazar  las  manos,  mientras…

…amigo,  amante,  hermano,  sueño

perdurable

ya  forman  parte  de  un  mismo  ser.

 

Raquel  Herrero 

miércoles, 1 de enero de 2014

CAÓTICO



CAÓTICO

 

Bajo  este  cielo  gris,  plomizo,

extrañamente  irreverente

dejando  caer  sobre  mis  hombros

un  manantial  de  gotas  de  rocío

que  empapan  al  caer  heladas

sobre  este  devastado  cuerpo  mío;

Así,  llega  un  Enero

que  a  mil  años  luz  de  aquél  primero

retorna  con  su  carga

de  sombras  y  de  luces

envueltas  en  su  desvarío.

¿Qué  razón  me  asiste?

¿Qué  temple  embustero,  marca  airoso

esta  íntima  salutación  de  frío

que  recorre  las  venas  como

lo  hace  el  agua,  a  su  libre  albedrío?

 

“Destemplanza,  ahí  encuentra  su  acomodo”

 

¿Será  qué  quiere  la  ignorancia,  ignorar;

dejar  pasar  este  adviento  y  con  él

todo  sentimiento  que  pueda  hacernos  mal?

 

Se  divisa  en  el  horizonte

Un  puente  elevado  …está  tan  lejano

que  duda  mi  fortaleza  si  poderlo  alcanzar,

si  en  algún  momento  se  cumplen  las  promesas

y  vencen  los  sueños 

a  este  incierto  camino,  surrealista,  inusual.

 

Hoy  por  hoy,  las  dudas  compiten

con  mi  ecuánime  ceguera;

Esperando  un  tiempo  de  reclamos  y  de  luz.

Siempre  quise  saber  de  qué  es  capaz  el hombre

cuando  de  dentro  resurge  su  escondida  fiera.

 

¿Será  capaz  de  matar,  de  aniquilar

el  peso  oculto,  que  lleva  su  conciencia?

 

O,  algún  día  quizás,  deje  salir  de  modo  culto

A  su  ternura  infinita,  a  su  amada  caricia,

a  sus  ansias  de  paz.

Aquellas  que,  en  un  recóndito  y  maldito  ritual

quedaron  presas  de  algún  necio  fanatismo,

negándole  el  paso  a  su  propia  libertad.

 

Fuimos  amantes  de  un  angosto  paraíso

donde  asonancias  y  consonancias,  danzaban  a  la  par

¿Qué  temes  ahora,  guardián  de  lo  infinito?

No  ves  que  mi  presencia,  nunca  te  hizo  mal.

 

Raquel  Herrero

sábado, 14 de diciembre de 2013

DEJAR ATRÁS



DEJAR  ATRÁS

 

Si  no  ves  la  llama,

Si  no  caldea  tu  corazón, 

si  tus  manos  no  se  abren  y  cierran

en  proceso  de  amarrar, 

de  tomar  lo  que  desde  siempre

se  te  ha  entregado

sin  medidas  o  condición.

 

Si  no  ves,  que  detrás  del  espejo

se  esgrime  una  lagrima  que  sonríe,

un  cálido  abrazo,

unos  labios  que  necesitan  que  suspires.

 

Si  no  hay  nada  que  te  lleve  al  regocijo

Nada  que  amolde  tu  sentir  y  mis  sentidos;

Me  pregunto

¿Qué  hago  yo  aquí?

Aun  lozana,  inventando  un  camino

que  nos  cambie  de  rumbo.

 

¿Qué  hago  yo  aquí?

Sonrojada,  luciendo  el  escote,

desabrochando  mi  pecho  para  que  logres

profundizar  en  el  canal  de  este  derroche

que  nunca  supe  si  ha  de  llevarme

hacia  algún  lugar  donde  la  noche

conserve  impecable

el  deseo  furtivo,  el  ánimo  inhibido

por  no    qué  fantoche

que  fantasmal  acude  para  evadir  tu  nombre

y  romper  en  pedazos  este  deseo  ardiente

de  trasmutar  la  noche

y  convertir  en  fuego,  la  ebriedad  que  me  ronda

entre  las  sombras  de  tu  cuerpo  desnudo

y  mi  abanderada   pasión

de  amarnos,  como  corresponde.

 

Cerceno  esta  lejanía…

Mira,  cómo  el  delirio  se  impone

Ay,  vida,  vida  mía

Estoy  presta  a  olvidar  y  atrás  dejar

Tanta  “lobotomía”.

 

Raquel  Herrero

domingo, 8 de diciembre de 2013

EL AMOR Y LA VIDA


 
EL  AMOR  Y  LA  VIDA

 

Aquí,  en  este  canal  estrecho

que  atraviesa  mi  pecho  y  espalda

Aquí,  en  este  músculo  sangrante

que  amenaza  con  cesar  su  latido

si  el  sentido  se  pierde,  o

no  responde  el  eco  en  su  camino

Aquí,  está  la  vida  y  la  muerte

Bebiendo  su  aliento,

Jugando  a  vencerle  al  destino,

mientras  el  ego  permanece

sin  valorar  su  desatino.

 

Y  entre  mis  manos,  guardo

Todo  el  calor  y  abrigo;

La  caricia  del  viento,  el  despertar

del  olvido.

El  silencio  que  atesoro

para  cuando  esté  conmigo

y  se  abran  mis  carnes

y  quebrante  la  promesa

de  jamás  ser  de  aquello

que  alguna  vez  no  fuera  mío.

 

Bastarán  cuatro  paredes

Bastará  la  ausencia  del  olvido

Dos  manos  entrelazas

y  otras  dos  acariciando

esos  rostros,  quizás  envejecidos.

Unos  cuantos  libros,  un  pliego,

una  pluma  y  un  diván

donde  pueda  recostar  mi  pecho

en  su  pecho  adolorido

 

Y  la  última  herida,  dará  paso  y  lugar

a  dos  bocas  unidas,  sedientas  de  paz

El  amor  y  la  vida…

Vuelven  a  comenzar.

 

Raquel  Herrero