domingo, 22 de abril de 2018

LÍRICO DESCONCIERTO

Claridad de pensamiento
Lenguaje definido, seguridad
Nulo desconcierto
Gravamen que arroja
su tanto por ciento
Nada es capaz de obnubilar
el camino elegido,
la mueca regia de un testigo
incierto
Si pretendes doblegarme
busca refugio, corre ligero
Ni dúctiles ni maleables
son mis órganos terrenos
Hay una escuela de ateos
donde tuve mil maestros
Por ello, no me reclames
saber de ningún averno
ni de cielos terrenales
mientras mire al firmamento
La cordura, es la locura
que reclamando, los necios
elevan en su pedestal
de acrónicos epilépticos
No me vengas con reclamos
de porqué un destino incierto
baila sobre las espinas
de rosales fraudulentos
La ebriedad no descompone
un camino que está yerto
Asumo mis pesadillas
Crujo en el quebrantamiento
de una osamenta parida
en el fondo de este abismo
donde ahora me reconozco
Sintiéndome… ¡tan lejos!

Raquel Herrero

lunes, 2 de abril de 2018



DE AYER A HOY


Danza pluma;

Llévame a revertir las estaciones
El alma desnutrida vuela errante
y un ayer farsante se involucra
opacando realidades

Danza pluma;
Que la mente se muda demente
Que de modo inconsciente se siente
débil e insegura

Descríbeme, cómo son los figurantes
aquellos que de modo extraño
ayer fueran aguerridos
y hoy tan solo son lacayos


Decidme, pluma de palacios solariegos

Dónde queda la espina que se clava
Si no estuvo alojada en este lecho
¿Acaso las murallas ya no son de piedra
ni la hiedra enredadera..?

¿Quién redujo las beldades?,
¿Quién hizo arder con tanta saña
lo noble de su madera?

Danza pluma;
No te dejes arrastrar por remolinos

Sí; La vida es un Ciclón
y la parca llega con puñal de olvido

Más de todo lo vivido, rescata su nombre
Ése que en mi pecho hizo su nido

¿Borrón y cuenta nueva..?


¡¡Danza pluma!!, se mi abrigo.

Raquel Herrero

domingo, 25 de marzo de 2018

jueves, 15 de febrero de 2018



PORQUE SOY


Porque soy un remanso en el agua
Una pira vacía, una ley que reclama
Un error en tu vida, una fuerza sanada
Espejo en el que miras, una tumba sagrada.

Porque soy, una piel sin abrigo
Un enjambre que brama
Un grito sin testigo, una boca arañada
Un silencio que cruje, la sábana arrugada.

Porque soy, lo que nunca has querido
Huella que te señala, paritorio de madre
Ave azul enjaulada, sombra que te recoge
Halo misterioso, bocanada humana.

Porque soy, lo que has despreciado
La mano que no engaña, el ocaso sin rostro
La luz de tu mañana, el filoso espadín
Una puerta cerrada, el principio del fin.

El fulgor y la calma, porque soy
Tu ceguera y mirada, tu lustro soñado
La fe y la palabra, el regaño que oculta
La bestial alimaña, que un destino siniestro
Me dejo tras la almohada.

Porque soy, tránsfuga de un relato
Lo que siempre has amado
Destruido mil veces, corazón succionado
Porque soy tu equipaje, Pobre y triste infeliz
Enamorado.

Raquel Herrero

viernes, 5 de enero de 2018


QUISE  SALIR

La  gran  avenida,  sus  bifurcaciones
El  hombre  que  camina,  sus  razones
Así  se  enfrenta  cada  mañana
marcando  el  paso  de  sus  estaciones
En  esta   inmensidad,  en  esta  urbe
nos  encontramos,  nos  enfrentamos,
pasamos  de  largo  y  en  ocasiones
algún  saludo,  alguna  sonrisa,  algún  agrado
aunque  las  prisas  reduzcan  este  tiempo 
manejado  por  un  reloj  desaforado,
inoportuno,  que  decide  acelerar  su  paso.
Deambulan  juntos  la  victoria  y  su  fracaso.

Quise  con  calma  detener  el  rumbo.
Observar  cada  semblante  uno  a  uno.
Descifrar,  hacer  balance,  desglosar
lo  que  se  muestra  detrás 
de  aquella  máscara  del  infortunio.
Quise  y  casi  no  pude  más  que  temblar
al  contemplar  cómo  los  rostros  desdibujados
derretían  el  asfalto,  mientras  sutiles  los  pies
aceleraban  su  paso.
De  qué  color  son  tus  ojos,  me  quedé  pensando. 
Y  tu  sonrisa…,  en  qué   lugar,  en  qué  zaguán
la  has  olvidado.
Parálisis  de  la  piel  en  este  rostro  empañado.

Tal  vez,  solo  tal  vez  sea  el  momento
de  cambiar  los  pasos,  de  meditar,
de  darle  nuevo  rumbo  a  este  universo  literal
que  camina  a  su  pesar  tan  solitario…
No  hemos  nacido  para  vagar;
Sellando  nuestras  bocas,  ocultando  la  mirada
cerrando  nuestras  manos,  ávidas  de  tantas  cosas.

Quiero,  alcanzar  cada  sueño  que  retuvo  la  memoria
Abrazar  hasta  sentir  como  se  funden
la  piel  desnuda  de  tu  cuerpo  y  de  mi  cuerpo.
Elevarme,  volar,  divisar  este  paisaje  que  nos  invita
a  gozar.
Salirme  de  este  averno  que  tanta  pena  me  da.
Surcar  el  firmamento  y  con  el  mismo  sentimiento
amar,  amarte;  Por  toda  la  eternidad.


Raquel  Herrero

martes, 6 de junio de 2017

SIBILANCIAS



SIBILANCIAS

Tan  querido  y  tan  lejano
Tan  obvio  el  amor  que  embelesa
y  se  mantiene  presa  de  un  destino  falaz
Qué  hacer  cuando  es  groso  el  reclamo
y  otro  amor  esclavo  le  obliga  a  soñar
Sin  tiempo,  sin  latitud,  sin  aspereza
Tan  solo  con  el  alma  envido  y  presa
esperando  lo  que  nunca  volverá
Cuánto  amor  se  ha  perdido  en  la  contienda
Cuanto  beso  furtivo  se  ha  negado  a  besar
Aun  sabiendo  que  un  rictus  de  labios
humedece  la  piel  que  procrea
Que  unos  senos  amamantan  la  herida
y  en  esa  mezcolanza,  se  oculta  su  disfraz
Se  debate  el  querer  en su  agonía
Se  rebela,  se  impone,  se  niega
Se  llora  como  al  duelo  de  la  morgue
Se  impone  la  ceguera  por  no  mirar  atrás
¡Ay!,  hombre,  varón  que  se  enfrenta  como  fiera
Que  huye  del  mal  que  han  provocado
quizás,  su  elevada  voluntad  y  su  soberbia
Déjalo  estar…,  no  le  pongas  más  candados  a  esa  reja
Calma  esa  furia,  escucha  la  sibilancia
de  aquella  que  dices  querer  sin  igual
No  permitas  que  agonicen
esas  tus  ansias  de  amar.


Raquel  Herrero

CUANTO MIEDO


CUANTO  MIEDO

Cuantos  miedos  nos  quiebran  el  alma
cercenando  la  luz  de  la  vida
escondiendo  murallas  de  hielo
que  furtivas  no  alcanzan  la  calma

Cuanta  lucha  de  hierros  candentes
que  invisibles  por  dentro  te  abrasan
Cuanta  pena  y  heridas  silentes
dualidad  de  una  misma  comparsa

Suena  un  quejido  rasgando  vestiduras
y  un  latido  persevera  en  su  tic  tac
Dice  el  anciano  que  no  existe  la  quimera
y  en  la  vieja  escuela  se  repite  su  compas

No  estreches  el  abrazo  apasionado
ni  tiendas  tu  mano  si  no  hay  caridad
Abre  tus  ventanas  al  siervo  y  al  amo
Revisa  el  arado  antes  de  sembrar

No  quiero  caminar  hacia  el  olvido
ni  mezclar  el  rocío  con  un  llanto  falaz 
No  quiero  que  tu  desnudez  sea  mi  abrigo
ni  el  odio  enemigo  perjurio de  mi  paz

Sigue  pues  sin  condena  tu  camino
que  ya  el  mismo  sino  será  olvido
y  puesta  de  largo  esta  nueva  verdad.


Raquel  Herrero

PRECISO


PRECISO

Es  preciso  que  despunte  el  alba
Que  llegue  el  nuevo  día  de  mañana
Que  se  acomode  la  tristeza  en  mi  sonrisa
y  la  brisa  suave  envuelva  mi  alma.

Mis  ganas  de  llorar,  mi  lejanía
El  opaco  absurdo  de  la  soledad
Este  titilar  de  los  sentidos
y  este  fluido  que  no  quiere  navegar.

Preciso  de  las  manos  amigas
De  aquellas  incapaces  del  ahogo  y  la  traición
Preciso  que  recuerdes  el  color  de  mi  equipaje
y  el  aliento  constante  que  te  entrega  mi  voz.

Se  que  alejada  estoy  de  ser  cobarde
Que  la  sangre  me  arde  en  un  fuego  de  a  dos
Que  jamás  se  ha  derretido  la  última  vela
Que  mi  espera  es  entera,  devota  y  en  flor

No  comprendo  lo  insensible  de  la  vida
Ni  el  porqué  la  mentira  se  hizo  paso  entre  nos
Mis  ojos  ya  cansados  no  adivinan
y  un  negro  presagio  es  congojo  y  dolor

Y es  que  preciso  darle  vuelta  al  reloj
Parar  este  tiempo  de  angostada  quimera
Mirarnos  de  frente  encontrar  la  razón
Memorizar  la  senda  tranquila  y  serena
y  en  un  abrazo  inclusivo  fundir  este  amor.

Preciso  ni  me  niegues,  ni  me  robes  la  palabra
Porque  acaso  sea  ella  quien  decida
un  encuentro  para  dos
………….


Raquel  Herrero

miércoles, 3 de mayo de 2017

VISITAS INESPERADAS



VISITAS  INESPERADAS

Visitas  inesperadas…  Ella  se  encontraba  en  la  casa  junto  a  su  madre  y  alguno  de  sus  hermanos.  De  pronto  una  llamada  a  la  puerta  de  la  casa,  le  hizo  levantarse  del  incomodo  sillón  y  abrir  la  puerta.  Aparecía  de  improviso  otro  hermano  ya  emancipado  y  felizmente  casado.  Ella,  su  cuñada,  no  estaba;  sin  embargo  el  hermano  no  llegaba  solo…  Uno,  dos,  tres  jovencitos,  casi  niños  lo  acompañaban.  Eran  los  hijos  de  otra  mujer,  de  la  mujer  con  la  que  el  hermano  fiel  y  feliz,  convivía…  a  saber  desde  cuando  ni  porqué.  Allí  estaba  presentando  a  una  parte  de  su  nueva  familia.
La  madre  de  todos,  también  de  ella,  no  parecía  estar  muy  asombrada,  ninguna  pregunta,  ningún  gesto  de  acritud,  aceptación  total  ante  aquella  situación  anómala.
En  esa  algarabía,  de  nuevo  sonaba  el  timbre  de  la  casa  que  por  cierto  hubo  de  sonar  varias  veces  hasta  ser  escuchado.
Esta  vez  sería  la  propia  Madre,  quien  abriera  la  puerta  y  diese  entrada  a  un  completo  desconocido  para  ella.  Pero  lo  dejó  pasar…,  llegaba  de  visita  para  ver  a  su  hija,  a  Claudia.
Como  uno  más  de  la  familia,  se  acomodaba  en  el  sillón,  esperando  a  que  Claudia  apareciera  en  El  Salón.  Mientras  lo  hacía,  la  Dueña  y  Señora  Madre  preguntaba  con  cierto  tono  entre  curioso  y  desconfiado…  ¿Quién  eres,  de  dónde  vienes?  Llego  de  muy  lejos  Señora...  ya,  pero…¿Quién  eres?  Soy  el  Espíritu  Santo… 
No  se  escuchó  ni  una  palabra  más…  Entraba  en  el  salón  Claudia,  avisada  por  algún  hermano  de  los  que  allí  se  encontraban.
Al  pronto,  Claudia  no  le  reconoció,  habían  pasado  algunos  años  desde  su  último  encuentro  en  el  que  se  despedían  quizás  para  siempre.  La  extrañeza  fue  momentánea…  Rápidamente  Claudia  conoció  al  hombre  que  tanto  hubo  significado  para  ella  en  otros  tiempos.  Estaba  cambiado,  sí,  ciertamente  cambiado…
Qué  haces  aquí,  le  preguntó  ella…y  sin  esperar  respuesta  le  dijo,  <vámonos,  salgamos  de  aquí>  No  se  cómo  mi  Madre  no  te  ha  reconocido,  ¿quién  le  dijiste  que  eras?
Una  sonrisa  iluminó  su  rostro  ante  la  pregunta  de  Claudia  y  seguidamente  llegó  la  respuesta…Le  dije  que  era  “El  Espíritu  Santo”…
Claudia  despertó  de  su  siesta  liviana…  Miró  a  su  alrededor,  no  había  un  alma…tímidamente  esbozó  un  sonrisa.

Raquel  Herrero  

lunes, 1 de mayo de 2017

ES VITAL



ES  VITAL

Es  preciso  vislumbrar  el  dolor  para  sanarlo
Contener  la  ira  hasta  quebrarla
Llorar  por  la  herida  mientras  sangra
Recomponer    el  compás  de  la  vida
Mirar  en  los  espejos
de  nuestra  imagen  y  semejanza
Inclinarnos  ante  el  gesto  dolorido
Acariciar  hasta  rozar  el  alma
de  aquel  que  sufre  en  propias  carnes
el  desabrido  de  un  continente  malparido
el  trueque  vil  de  los  farsantes

La  estructura  del  hombre  es  quebradiza
Pura  ciencia  creativa  la  levedad  del  ser 
El  tiempo  que  acompaña  nuestra  sombra
un  tic  tac  de  reloj,  un  latir  al  mismo  son
hasta  que  un  gastado  corazón  nos  dice  adiós
mientras  Gaía  madre  luce  su  semblante

Hoy  Cerceno    el  terror  de  las   batallas
Lo  insufrible  que  tantos  infantes  soportaron
Se  violaron  sus  derechos,  se  mancillaron
Sus  cuerpos  infantiles…  y  hasta  las  balas
atravesaron  su  vientre  por  no  dejar  testigo
de  tanta  ignominia  entre  pasado  y  presente

Pero  aun  le  pongo  fe  a  la  esperanza
y  creer  en  el  hombre…  del  horror  me  salva
Nuevos  aconteceres  nacerán  mañana

Enséñame  desde  la  cuna.  No  permitas
que  conozca  siquiera  el  filo  de  la  espada
No  me  muestres  el  poder  de  la  violencia
ni  cómo  hermanos  contra  hermanos
se  enfrentan,  se  hieren,  se  matan
y,  los  gritos  como  aullidos  de  lobos
condenan  por  siempre  a  la  palabra

En  tus  manos,  mujer  y  hombre  sabios
está  mi  futuro…  en  esa  tierra  de  todos
y  de  nadie.


Raquel  Herrero

jueves, 27 de abril de 2017

A veces perderse entre las letras resulta necesario…




No,  ya  no  me  llama,  escribirle  al  amor  en  su  agonía
en  esa  súplica  perenne,  en  su  constante  mentira.
No,  ya  no  me  llama  el  sufrimiento,  ni  el  cruel  tormento
padecido  por  ese  lance  feroz  de  aquel  que  nunca  quiso
saber  de  lealtades  ante  un  inmenso  amor.

No  seré  yo  quien  desgarre  vestiduras,  ni  voltee  esa  locura
de  amarrar  a  un  Ruiseñor  que  ante  las  dudas
dejaste  encadenado,  pernoctando  en  su  prisión,
agitando  sus  alas  dolorosas,  víctimas  de  una  traición.

No,  no  seré  yo,  quien  espere  de  perdones  acerados
que  mancillaron  nombres  sin  ninguna  compasión.
Las  heridas  profundas  que  ya  se  han  desangrado
no  permiten  la  huida,  ni  el  olvido,  ni  la  falsa  concesión.

Hay  un  grito  inexplicable,  un  quejido,  un  cruel  aguijón
clavado  en  el  alma  de  quien  ama,  tan  solo  ama
y  tan  solo  reclamaba  un  pedacito  de  amor…

No,  ya  no  me  llama,  describir  fidedigna  su  piel  nacarada,
sus  senos  erectos  y,  esa  almohada  humedecida  de  tanto
deseo  y  de  tanta  lágrima.
Ya  no  me  llama  ese  recorrer  los  tajos  en  arroyos  nacientes
impregnados  de  vigilia…  noches  de  lujuria  viva  y  ardiente.

No,  ya  no  me  llama  ser  pasto  de  las  llamas;
ni  subir  a  campanarios  rogando  escuches  mi  llamada.

Mil  veces  perdida  en  laberintos,  mil  veces  añorada.
Mil  veces  te  hablaron  mis  ojos,  mil  veces  tu  mirar  callaba.

He  trasformado  la  jauría  de  tus  nombres
en  dársena  fortificada,  donde  solo  fondeará  mi  espejo,
mi  cuerpo  desnudo  y  mi  alma  liberadas.


Raquel  Herrero

jueves, 20 de abril de 2017

TINTA DERRAMADA



TINTA  DERRAMADA

Ríos  de  tinta  derramados
sobre  manteles  de  injusticias
Letras  que  se  engullen
entre  papel  mojado
Borrón  y  cuenta  nueva
Todo  o  casi  todo  inacabado.

Eterna  y  fugaz  escribanía
Sellando  lapsos  de  verdad  impía
Palabras  que  se  dijeron  a  destiempo
Leídas  pero  no  escuchadas
Ignominioso  memorándum
Sarcasmo  propio  y  recaída.

Qué  valor  le  dieron  hoy
a  tanta  frase  rota  por  la  herida
A  esa  extraña  nebulosa  de  conjuros
que  nos  va  oprimiendo  el  alma,
que  se  consume  anhelando
ser  vergel  lleno  de  vida.

Fueron  otros  los  maestros
de  este  abecedario  que  hago  mío
Tomando  prestado  su  prestigio
que  por  siglos  recala  su  efemérides;
Equilibrio  marcado  con  un  don
Ágora  que  controla  su  eufemismo.

No  le  llamen  poeta  al  escribano
ni  farsante  al  que  vive  en  la  poesía
Personajes  fecundos  que  agonizan
Perfiles   de  suma  osadía
Mentes  en  cuyas  letras  cuentan
a  veces  grandes  verdades  y  en  otras
pulula  alegre  su  instinto  de  vida.

Raquel  Herrero

DIPLOMADA¡¡¡


No  es  un  poema,  ni  un  relato,  ni  un  cuento,  ni  un  texto  literario,  pero  es  mi  orgullo  y  mi  alegría  y  mi  esfuerzo  y  mi  recompensa  y  es  lo  mucho  aprendido  y  lo  mucho  que  agradezco  lo  recibido.
Quería  compartirlo  en  este  hogar  que  ya  va  tomando  colores  plateados  en  la  sien...
Quería  compartirlo  con  todos  mis  compañeros  y  amigos  y  lectores  a  los  que  estaré  siempre  profundamente  agradecida.
Raquel  Herrero




domingo, 26 de marzo de 2017

REDUCTO COMPLEJO



REDUCTO  COMPLEJO

Desde  siempre  con  el  miedo  a  las  espaldas
Temiendo  la  hondonada  de  la  herida
que  ya  ni  siquiera  sangra
pues  ya  no  queda  flujo
en  esa  muerte  de  vida.

Transgresora  la  conciencia
admite  pecados  que  fueron  mentira.
Escudos  para  el alma  liviano,
gritos  contenidos,  dualidad  fingida.

Cuan  inclemente  es  la  apertura  de  lo  humano
Cuanto  fracaso,  hincada  la  rodilla
Cuanta  la  levedad  del  hombre
en  este  laberinto  que  busca  la  salida;
y  horadada  de  engaño
nos  vuelve  a  la  misma  vía.

Permíteme  claudicar  en  la  experiencia
Ser  la  voz  de  los  que  llaman.
De  los  que  piden  auxilio  y  a  su  vez
son  portadores  de  pertinaz  sordina.
Ser  víctima  y  victimaria
en  esta  escuela  cuya  secuela  no  se  olvida.

Vivo,  creyente  de  la  fe  debida.
En  angustiosa  espera,  recalando
que  todo  acontecer  me  pertenece
cuando  se  hacen  luz  y  sombra
la  falacia  y  propiedad  de  quien  la  estima.

Y  vuelvo  a  repetirme  en  el  discurso.
Y  le  nace  algún  vocablo  a  mi  poesía.
Y  lloro  sonriente,  mientras  amamanto
lo  que  yo  he  parido  y  adoptado
como  dogma  sagrado
en  esta  cultura  morbosa  y  atrevida.

Rindo  tributo  y  alargo  hasta  que  rompa
mi  agonía.


Raquel  Herrero

domingo, 29 de enero de 2017

FURTIVA LÁGRIMA



FURTIVA LÁGRIMA

Furtiva lágrima que escapa de estos ojos
cómo darle la espalda a la nostalgia
cómo frenar el dolor cuando te embarga
Que tú sí que importas me decía
vuelve grácil a calzar tus botas blancas.
Y apelo a la divina providencia
y riego entre matices la distancia
no para que crezca, si no,
para no olvidarla.
Busco insomne en esta noche larga
sendas que no admitan las murallas
brazos que se expandan en un ruego
manos dulces que acaricien sus miradas
Que no sea esta lucha pueril
que no se empuñe más
el arma destructor lleno de balas
que el hambre no haga crecer el hueso
que el hombre defienda al hombre
con su grito y su palabra
Perdóname si no comprendo
porque sigues aun en la batalla
con esa lengua filosa
con esa ira descarnada
Anda, "levántate"
prepara tus manos...retira la escarcha
labra la tierra que te vio nacer
semilla los surcos...
que el sol y la lluvia despejen tu alma
Él me lo dijo; deja de apenarte por tus penas
y prepara el camino hacia  el mañana

Yo estaré ahí, para ungir la llaga


Raquel  Herrero

jueves, 27 de octubre de 2016

QUÉ PASARÁ MAÑANA


QUÉ  PASARÁ  MAÑANA

Qué  pasará  mañana
Cuando  desnudemos  el  alma
Y  dejemos  abierta  la  servidumbre  que  nos  llama
a  gritos,  casi  siempre  silenciosos.
A  gritos,  desesperados,  cubiertos  de  enojo.
A  gritos,  rogándole  fidelidad  a  las  quimeras
y  qué,  en  esa  ensoñación
la  lengua  filosa  y  fiera
calle…y  no  lastime  más  al  corazón.
Qué  pasará  mañana
si  no  alcanzamos  el  extremo  de  la  hoguera.
Si  este  fuego  que  nos  quema,  hace  aguas
y  se  derrama como  amante  traicionera.
Qué  pasará  mañana
si  no  puedo  definirte,  si  no  encuentro  la  respuesta
a,  esta  noche,  apagada,  triste;
Si  no  puedo  presentar  tus  credenciales,
Si  desde  añares,  el  verbo  se  conjuga  entre  la  fuga
sin  presente,  sin  futuro,  ni  pasado  indefinido;
Triste…,  de  nuevo  triste  y  oscuro.
¡Ay!,  qué  pasará  mañana
si  las  lágrimas  inundan  el  camino
si  a  marchas  forzadas  nos  empuja  el  destino.
Será  que  no  somos  nada
entre  lo  terreno  y  lo  divino.
Será  que  nacimos  para  gozar  un  lapso  breve
y  después  ser  apenas  partículas 
de  un  mundo  florecido,
donde  brota  y  resiste,  donde  nace  y  persiste
la  belleza  eterna  de  un  espacio  natural;
vestido  ahora,  de  ocres,  verdes,  azules  y  grises.
Qué  pasará  mañana
si  este  amor  negado  e  insurgente
Cual  si  fuera  raíz…  resiste


Raquel  Herrero

domingo, 16 de octubre de 2016

ABISMO Y NECEDAD


ABISMO  Y  NECEDAD

A  ti, 
que  caminas  como  ebrio  entre  las  sombras.
Cabizbajo,  suplicante,  adolorido,  intransmutable.
A  ti, 
que  dejaste  bajo  la  suela  las  heridas  de  los  otros
sin  apenas  siquiera  notar  la  pena  de  haber  perdido
un  tiempo  tan  leal.
A  ti, 
que  imaginas  ser  la  unicidad  de  los  temblores.
Ser  el  óseo  elemento  donde  acaban  y  comienzan
el  dolor  y  los  rencores.
A  ti, 
protagonista  de  las  más  bajas  acciones;
Consumista  de  un  mundo  que  ya  sin  emociones
causa  la ruptura  entre  delirio  y  locura,
negándole  al  instinto  febril  toda  cábala
que  aun  se posicione.
A  ti, 
cuyo  orgullo  te  arrastra  a  las  tinieblas,
a  esa  justiciera  soledad  que  ha  sido  impuesta
por  un  necio  sentido  de  valentía  falaz.

¡Ni  un  paso  atrás!
Así  muera  en  mi  sutil  majadería  y  encuentre
mi  nombre  en  la  solapa  de  un  disfraz.

Así  van  tus  pasos  por  la  vida…  explayada  de  mentiras
que  aun  perduran  en  ti,  como  verdad.

A  ti, 
que  me  rompes  el  alma,  que  me  humillas
que  pretendes  no  vea  la  luz,  tras  esa  oscuridad.
A  ti, 
que  lástimas  mi  credo  y  embargas  mi  ego
queriendo  destruir  mi  nacida  humanidad.

A  ti  te  digo:
Dejo  en  este  pliego,  esta  lástima  veraz.
No  te  condeno,  ni  te  juzgo,  ni  de  ti  reniego
El  cuerpo  enfermo  puede  sanar…
Y  es  así  que  lo  siento  y,  presiento
estar  al  borde  de  un  abismo  que  no  me  engullirá.


Raquel  Herrero

martes, 27 de septiembre de 2016

VIENTO ENAJENADO



VIENTO  ENAJENADO

Me  pregunto  qué  se  espera  de  mi
ahora  que  el  incendio  lo  ha  arrasado,
ahora  que  tan  solo  las  cenizas
emiten  chispeantes  una  muerte  anunciada,
un  declive, un  terraplén  directo  a  los infiernos.
Averno  abrasivo  que  yaga  la  piel. 

Me  pregunto,  dónde  queda  el  ayer
para  creer  aun  en  la  presencia omnipotente
revertida  en  una  sombra  vana,  tan  ufana
que  niega  ser  reflejo  de  la  nada,  ostentando
finura,  siendo  tosco  alfiler.

Irreverente,  le  niega  el  adiós  a  la  bravura
o,  tal  vez  sea  que  la  cordura  se  olvidó  de  él
y  campa  su  delirio  en  contrabando,
aferrando  ido,  los  hilos  de  un  ayer
¡Oh!  Señor  de  lo  infinito,  cuanta  demencia
se  amaga  en  nuestro  finito  ser.

¿Porqué  regresas,  para  no  volver?
Si  el  camino  transitado  da  paso  a  la  vejez;
Cómo  ha  de  ser  esa  muerte  prematura
que  grita,  sufre,  llora,  se  acongoja
y  ríe  estrepitosa  sin  saber  cómo
ni  porqué.


Raquel  Herrero

martes, 6 de septiembre de 2016

UN ADIOS DE POETA

UN  ADIOS  DE  POETA

Lo  veo  morir  y  me  estremece
su  pasiva  actitud
Su  pulcritud,  negando  su  presencia
indemne
bajado  de  la  cruz.
Lo  veo  morir  y  ya  no  sé  si  duele
o,  es  lastimero  este  reguero
de  sombras  y  de  luz.

Qué  pasó,  qué  fue  de  aquel  bardo  poeta
de  su  humana  senectud
Le  cerró  la  puerta  a  la  vehemencia
Clavó  puñales  en  lo  más  profundo
de  un  alud
Rastrero,  cobarde  y  justiciero
Mató  a  traición  hasta  su  ego
No  supo  medir  lo  intempestivo 
de  su  acritud.

Lo  veo  morir  y  no  lo  reconozco  en  este  duelo
Ignoro  qué  extraño  ser  infranqueable
se  ha  quedado  ahí
En  un  féretro  de  agudas  espinas
de  hierro  filoso
que  permite  que  sangren  estos  ojos
cuya  infinita  ternura
ha  tocado  a  su  fin.

Si  es  verdad  que  el  tiempo  todo  cura
Si  es  verdad  que  aquél  delirio  fue  locura
Si  existe  la  esperanza  ante  la  duda
No  ha  de  quemarme  su  lava
En  lo  abrupto  de  su  volcán.

Comienza  pues  el  principio  del  fin
en  este  duelo
preciso  y  notorio, enlutado  y  servil.
Un  adiós  pernoctado  ya  sin  pena  ni  gloria
un  adiós  que  redime  esta  pena  causal
por  un  poeta  moribundo
que  alguna  vez  fue  leal.


Raquel  Herrero

SER Y NO SER

SER  Y  NO  SER

Algún  día  será  eco  del  silencio
Fin  de  la  desgarradura
Plantel  vacuo  de  esta  tristeza  que  embarga
cualquier  solicitud  de  complacencia.
Algún  día  la  ciencia  encontrará  a  buen  seguro
la  alquimia  perfecta
para  adentrarse  en  la  memoria  y  borrar
cualquier  historia  terminada 
que  se  acople  en  la  voz  de  la  conciencia.
Algún  día  el  corazón  quebrantado
obtendrá  la  sutura  que  hoy  no  cicatriza
Los  verbos  crecerán  significantes
dejando  pasado  y  presente  en  el  averno.
Allá  donde  dicen  se  agitan  las  maldades
hasta  hacerse  ceniza  y  semilla  después
de  un  tiempo  nuevo.
Algún  día  la  temida  vejez
ha  de  llegar  a  nuestro  encuentro
Tal  vez  sea  entonces  que  olvidemos
y  sane  la  herida  y  se  escabulla  este  miedo
y  la  paz  de  una  vida  finiquitada
deje  solo  en  nuestra  mente
lo  mejor  de  los  recuerdos.
Esos  que  ahora  se  agolpan  en  mi  pensamiento
y  duelen  mientras  sonríen
y  lloran  sin  un  lamento.
Esos,  que  no  permiten  apartarse  del  camino,
que  acongojados  pululan  ebrios
en  esta  orbita  terrestre  que  hace  lustros
Confina  a  sus  vetustos  herederos.

Ser  y  no  ser…,  ahí  queda  la  clave
de  tanto  sufrimiento.


Raquel  Herrero