Algo en
este Enero que
retoña
me sabe
a destino ciego.
A desasosiego,
a nulas certezas,
a, coma
y punto. Incluso
a veces
a punto
y final.
Será este
mes quizás,
qué por
ser el primero
no deja
secuelas de aquello
que vendrá.
Recién se
abrieron las puertas
de la escuela.
Recién anochece
y termina un
día más.
Y en
un amanecer irreverente,
volveré a
querer sentirte frente
a frente
así me
cuentes la misma historia
una y
otra vez más.
Pero sé
que espero algo
diferente.
Que insumisa
y aguerrida
me encuentres
sin hablar.
Que, entre
tu torso desnudo
y éste
mi pecho
ardiente, no respire
el viento
de tanta
costura sin remate
final.
Tal vez
la premisa de
nuevas estaciones
encuentre las
razones dando gula
a tanta veracidad.
Porque busco
mi sino en
un mismo camino
y en
aquella vereda, mi
guía y mi paz.
No le
temo a la
servil condena
ni a
estas cadenas de
rudo metal.
Si en
un mismo Cielo,
brillan las estrellas,
búscame desde
la huella
que te
ha dejado este
soñar.
Aun es
infinito el amor
que me queda
y Enero
retoña… poeta del
mar.
Raquel Herrero
No hay comentarios:
Publicar un comentario